Nestlé acusada de usar más azúcar en alimentos para bebés en países en desarrollo, según estudio de ONG
Una investigación realizada por la ONG Public Eye ha sacado a la luz una práctica preocupante por parte de la multinacional de alimentos Nestlé: el uso de niveles más altos de azúcar en productos para bebés comercializados en países en desarrollo, en comparación con la reducción o eliminación de este ingrediente en economías más desarrolladas.
El estudio, realizado en colaboración con la Red Internacional de Acción para la Alimentación Infantil (IBFAN), señala que Nestlé tiene dos políticas diferentes en cuanto a los niveles de azúcar en sus principales marcas de alimentos para bebés, como los cereales Cerelac y la leche infantil Nido. Mientras que en países como Alemania, Francia, Suiza o Reino Unido se han eliminado o reducido los niveles de azúcar añadido, en países en desarrollo como Tailandia, Etiopía o Sudáfrica se han detectado niveles significativamente más altos.
Por ejemplo, se ha encontrado que un producto de Cerelac que no contiene azúcares añadidos en países como Reino Unido o Alemania, contiene hasta seis gramos de azúcar por porción en Tailandia, 5,2 gramos en Etiopía y 4 gramos en Sudáfrica.
El informe destaca que esta disparidad en las políticas de Nestlé contribuye a convertir a los niños de países con menores ingresos en «adictos al azúcar». Además, se señala que esta práctica va en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en 2022 recomendó la prohibición de azúcares añadidos en productos para bebés y niños menores de tres años para combatir la obesidad infantil.
Nestlé, que posee una cuota global de mercado cercana al 20% en el área de alimentos para bebés, ha sido criticada por esta práctica que afecta a productos como Cerelac y Nido, generando ventas anuales globales de aproximadamente 2.500 millones de dólares. El estudio, que analizó 115 productos de Cerelac y 29 productos de Nido en países de África, Asia y Latinoamérica, reveló altos niveles de azúcar añadido en la mayoría de los productos estudiados, a pesar de las recomendaciones de salud pública.