130 soldados israelíes rechazan continuar combatiendo en Gaza mientras haya rehenes: piden tregua para su liberación
En un nuevo giro dentro del conflicto que azota la Franja de Gaza desde hace más de un año, un grupo de 130 soldados del Ejército de Israel ha decidido rechazar su participación en los combates mientras persista la situación de los rehenes israelíes. Estos militares han enviado una carta a las autoridades israelíes expresando su negativa a continuar en el frente de batalla, argumentando que la continuación de la guerra pone en grave peligro las vidas de los cautivos que siguen en manos de Hamás.
En la misiva, los soldados manifiestan que las operaciones militares actuales no solo están retrasando el regreso de los rehenes a sus hogares, sino que también están condenando sus vidas al peligro de muerte. “Está claro que la continuación de la guerra en Gaza no solo retrasa el regreso de los rehenes, sino que también pone en peligro sus vidas”, señalaron en su comunicado, que fue difundido en medio de una escalada de violencia en la región.
El dilema de los rehenes y las operaciones militares
La situación de los rehenes sigue siendo uno de los temas más sensibles y complicados de la guerra que estalló en octubre de 2023, cuando milicianos de Hamás lanzaron un ataque masivo contra Israel, secuestrando a 251 personas. A día de hoy, 97 de esos rehenes continúan retenidos en la Franja de Gaza, en una situación de incertidumbre y creciente riesgo debido a los continuos bombardeos israelíes.
Los soldados que firman la carta argumentan que la estrategia bélica del gobierno israelí ha causado ya la muerte de varios rehenes, y que la cifra de víctimas entre los cautivos es considerablemente mayor que el número de rehenes liberados durante las operaciones militares. Según sus estimaciones, al menos seis rehenes han muerto accidentalmente por ataques aéreos israelíes, y otros 30 podrían haber perdido la vida debido a los incesantes bombardeos, según lo ha confirmado también Hamás.
«Muchos rehenes han muerto por los bombardeos de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), muchos más que los que han sido rescatados en operaciones militares», denuncian en el documento. Además, enfatizan que a pesar de haber servido con lealtad y dedicación, las decisiones actuales del gobierno están comprometiendo tanto la seguridad de los soldados como la vida de los rehenes. En consecuencia, han lanzado una advertencia clara: «Si el Gobierno no cambia de rumbo inmediatamente y trabaja para lograr un acuerdo para traer a los rehenes a casa, no podremos seguir sirviendo».
El aniversario de un conflicto sin tregua
Este reclamo de los soldados israelíes llega en un momento clave, justo dos días después de conmemorarse el primer aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dio inicio a la guerra. Aquel día, miles de milicianos del grupo islamista cruzaron a territorio israelí, ejecutando ataques coordinados y secuestrando a cientos de civiles y soldados. Desde entonces, la guerra ha continuado, con solo una tregua de una semana a finales de noviembre de 2023, durante la cual 105 rehenes fueron liberados a cambio de la liberación de 240 prisioneros palestinos.
Sin embargo, este intercambio no marcó el comienzo de un proceso de paz duradero. En lugar de eso, la violencia en la Franja de Gaza ha seguido intensificándose, con bombardeos y enfrentamientos diarios que han dejado un saldo devastador de muertos y heridos en ambos bandos. Las negociaciones para liberar a los rehenes restantes no han prosperado, y las fuerzas israelíes estiman que entre la treintena de cautivos que ya habrían fallecido, algunos habrían muerto debido a los constantes ataques aéreos que Israel lanza sobre el enclave palestino.
Presión internacional y tensión interna
El llamado de estos 130 soldados añade un nuevo nivel de complejidad a la situación. La guerra en Gaza no solo ha fracturado la relación entre Israel y la comunidad internacional, sino que también está generando fisuras internas dentro de la propia sociedad israelí y de sus fuerzas armadas. Los familiares de los rehenes han pedido reiteradamente al gobierno que haga todo lo posible para garantizar la liberación de sus seres queridos, y en los últimos meses se han llevado a cabo numerosas manifestaciones en Israel exigiendo una mayor prioridad para las negociaciones.
El gobierno de Israel, sin embargo, ha seguido apostando por una estrategia militar destinada a debilitar a Hamás, con la esperanza de forzar la liberación de los cautivos mediante operaciones de rescate o presión militar. Este enfoque, sin embargo, ha tenido un costo humano elevado, tanto para los soldados israelíes como para los civiles palestinos, quienes han sufrido las consecuencias de una guerra prolongada y brutal.
Las palabras de los soldados que se niegan a continuar en el frente de batalla reflejan una creciente frustración dentro de las filas del Ejército israelí, que hasta ahora ha mantenido una postura unificada en apoyo de las operaciones en Gaza. “Hemos servido y seguimos sirviendo con dedicación, pero no podemos permitir que las vidas de los rehenes sigan siendo moneda de cambio en este conflicto”, señalaron en su carta.
