Oasis surrealista en el corazón del Sahara.

La Guelta d’Archei, un oasis en la meseta de Ennedi, en el noreste de Chad, emerge como un tesoro en medio del árido Sahara. A lo largo de los siglos, este rincón remoto ha sido testigo de caravanas que se detuvieron en su escarpado cañón, ofreciendo a los viajeros una visión única de camellos sedientos que se reabastecen en sus aguas negras.

Camellos y cocodrilos: Una convivencia peculiar.

Cada día, cientos de camellos se congregan en las orillas de la guelta, sus gruñidos y bramidos resonando en las paredes del cañón. El agua, que ha adquirido un tono oscuro con el tiempo debido a los excrementos de estos animales, es un espectáculo intrigante. Sin embargo, este peculiar oasis no es solo hogar de camellos; los cocodrilos de África occidental se encuentran refugio aquí, alimentándose de los peces que prosperan en las aguas ricas en algas, fertilizadas con estiércol de camello.

Un paisaje surrealista y antiguo.

A pesar de la aridez que envuelve la región, la Guelta d’Archei ofrece un paisaje surrealista y antiguo. Pinturas rupestres en los acantilados atestiguan la presencia humana desde el Holoceno medio, proporcionando una conexión tangible con la historia de la región.

Acceso desafiante para viajeros aventureros.

Aunque la Guelta d’Archei es un oasis fascinante, llegar hasta aquí es todo un desafío. Ubicada a unos 40 kilómetros al sureste de la ciudad de Fada, en el noreste de Chad, los viajeros pueden organizar excursiones desde la capital, Yamena. Este viaje implica cuatro días a través del desierto en 4×4 o en camello, seguido de varias horas de caminata hasta alcanzar la guelta. Aquellos que se aventuran en este viaje son recompensados ​​con un paisaje único y la oportunidad de presenciar la convivencia extraordinaria de camellos y cocodrilos en uno de los oasis más antiguos del Sahara.

Advertencias sobre la seguridad en las aguas ennegrecidas.

Aunque la Guelta d’Archei ofrece una experiencia única, los viajeros deben tener precaución alrededor de las aguas ennegrecidas. Aunque los cocodrilos de África occidental son generalmente más pequeños y menos agresivos que sus contrapartes del Nilo, aún representan un riesgo potencial de mordeduras. La precaución es esencial para disfrutar plenamente de este fascinante rincón sahariano.