Israel bombardeó un colegio en Gaza
El conflicto entre Israel y Hamás sigue escalando con graves consecuencias para la población civil en Gaza. En esta ocasión, un bombardeo israelí sobre un complejo escolar en la capital gazatí dejó al menos 22 muertos, entre ellos 13 niños y seis mujeres. Este trágico ataque ocurrió en una escuela gestionada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en la zona sur de Gaza, conocida como Al Zaytoon C.
El ataque y sus consecuencias
Según el Ejército israelí, el objetivo del ataque era un grupo de milicianos de Hamás que habían utilizado la escuela como un centro de comando y control. En un comunicado, las fuerzas armadas afirmaron que se tomaron «numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles», como el uso de municiones precisas, vigilancia aérea y recopilación de inteligencia adicional. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el resultado fue devastador: niños, mujeres y otros civiles perdieron la vida.
Los equipos de rescate de la Defensa Civil de Gaza acudieron al lugar inmediatamente después del ataque para atender a los heridos y recuperar los cuerpos de los fallecidos. Las imágenes que circulan muestran la devastación en el lugar y a los rescatistas intentando sacar a las víctimas de entre los escombros. El caos y la desesperación eran evidentes, con rescatistas solicitando materiales improvisados, como fundas de cama, para trasladar los cuerpos de los niños.
Un patrón repetido
El bombardeo de instalaciones educativas se ha vuelto un patrón recurrente en el actual conflicto entre Israel y Hamás. Desde el inicio de la escalada en octubre de 2023, más de 500 centros educativos han sido atacados en Gaza, una cifra alarmante que pone en peligro no solo a los estudiantes y maestros, sino también a la población desplazada que busca refugio en estas instituciones. En muchas ocasiones, Israel ha justificado estos ataques afirmando que Hamás utiliza los colegios como escondites y centros de operaciones, lo que convierte estos lugares en objetivos militares.
La escuela atacada en este incidente es parte de un complejo más amplio gestionado por la UNRWA, que alberga a miles de desplazados internos debido a la destrucción generalizada en otras partes de Gaza. Estas escuelas, que deberían ser lugares seguros, han sido golpeadas repetidamente, generando una situación de miedo y desamparo entre los civiles que buscan protección.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con consternación y preocupación ante este nuevo ataque. La ONU, a través de su portavoz para asuntos humanitarios, hizo un llamado urgente para que se protejan a los civiles y se respete el derecho internacional humanitario. En particular, se recordó a las partes en conflicto su obligación de no atacar escuelas y hospitales, que deben ser considerados refugios seguros durante los combates.
Sin embargo, a pesar de las condenas internacionales, la situación en Gaza sigue siendo extremadamente volátil. Israel, por su parte, mantiene su postura de que muchos de estos colegios están siendo utilizados por Hamás como centros de operaciones militares, lo que justifica, en su opinión, los bombardeos. Hamás, en respuesta, ha intensificado sus ataques contra objetivos israelíes, lo que perpetúa el ciclo de violencia.
Contexto del conflicto
La actual escalada de violencia entre Israel y Hamás comenzó en octubre de 2023, después de que se rompieran las frágiles treguas que habían estado en vigor durante años. La situación se deterioró rápidamente, con ataques de ambos lados y una creciente lista de víctimas civiles. En Gaza, donde viven más de dos millones de personas en condiciones de extrema pobreza y hacinamiento, el impacto de los ataques aéreos israelíes ha sido devastador. Las infraestructuras civiles, incluidas escuelas, hospitales y viviendas, han sido gravemente afectadas, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en el enclave.
Por otro lado, Israel también ha sufrido pérdidas significativas debido a los ataques con cohetes lanzados por Hamás y otros grupos militantes desde Gaza. Aunque el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro ha logrado interceptar muchos de estos cohetes, la población civil en el sur de Israel vive bajo constante amenaza, y ha habido muertes y daños a la infraestructura israelí.
La respuesta de Israel
El Ejército israelí ha sostenido que su objetivo principal es neutralizar a Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, y desmantelar su infraestructura militar. Israel acusa a Hamás de utilizar a la población civil como escudos humanos al operar en áreas densamente pobladas y de lanzar ataques desde lugares como escuelas, hospitales y mezquitas. Esta táctica ha complicado las operaciones militares israelíes, que han enfrentado críticas por el alto número de bajas civiles.
Israel afirma que antes de llevar a cabo ataques en áreas sensibles, realiza advertencias a la población para que evacúe, mediante mensajes de texto, llamadas telefónicas o «toques en el techo», que consisten en pequeños proyectiles que no explotan pero alertan de un ataque inminente. Sin embargo, en muchos casos, los civiles no tienen adónde huir, ya que Gaza está completamente cercada y las zonas consideradas seguras son limitadas.
La situación humanitaria en Gaza
Con la intensificación de los bombardeos, la situación en Gaza se ha vuelto desesperada. El bloqueo impuesto por Israel y Egipto ha restringido gravemente la entrada de suministros esenciales, incluidas medicinas, alimentos y combustible. Los hospitales están al borde del colapso, y el sistema de agua y saneamiento ha sido gravemente dañado, lo que plantea un riesgo adicional de brotes de enfermedades.
Las organizaciones humanitarias han advertido que si no se permite el acceso de ayuda humanitaria de manera inmediata y sostenida, la situación en Gaza podría convertirse en una catástrofe de grandes proporciones. La ONU ha instado repetidamente a la creación de corredores humanitarios para evacuar a los heridos y permitir la entrada de suministros esenciales, pero hasta ahora los esfuerzos han sido insuficientes.