Iniciativa para combatir la contaminación.
Las Islas Galápagos han implementado una importante medida para mejorar la gestión ambiental y la eliminación de desechos hospitalarios en el archipiélago. El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica anunció la entrada en funcionamiento de un moderno incinerador de desechos hospitalarios, en un esfuerzo por reducir la emisión de contaminantes orgánicos persistentes no deseados que afectan la salud humana y la biodiversidad en estas islas de gran importancia ecológica.
Con una población de alrededor de 25,000 habitantes en las Galápagos, el nuevo incinerador reemplaza al antiguo, que operó durante quince años y se encontraba obsoleto. La renovación fue posible gracias al Programa Nacional de Gestión de Químicos (PNGQ) con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este moderno equipo alcanza una temperatura máxima de 1,300 grados centígrados, permitiendo la completa quema y eliminación de todos los gases tóxicos generados por los desechos hospitalarios. Este proceso evita la liberación de contaminantes al suelo, agua y aire, contribuyendo así a preservar el ambiente.
El incinerador consta de dos cámaras; la primera destinada a la colocación de desechos hospitalarios, y la segunda encargada de incinerar los gases generados. La inversión total para este proyecto ascendió a 111,000 dólares, incluyendo la capacitación del personal para su correcto manejo.
Las islas de Santa Cruz, Isabela y San Cristóbal, que albergan la mayor parte de la población en Galápagos, generan anualmente 95.79 toneladas de desechos hospitalarios. Además, emiten al ambiente 3.35 gramos de equivalentes tóxicos de contaminantes orgánicos persistentes no intencionales, como dioxinas y furanos, que afectan la salud humana y la fauna, así como el entorno natural. Con esta nueva infraestructura, se espera mitigar significativamente estos impactos negativos en el ambiente y la biodiversidad de las Galápagos.