Incendios en Córdoba: el viento complica el trabajo de los bomberos y el fuego avanza sobre viviendas

La provincia de Córdoba, Argentina, enfrenta nuevamente un escenario devastador provocado por incendios forestales, esta vez con focos activos en múltiples localidades, siendo el más grave en Capilla del Monte, uno de los principales puntos turísticos del Valle de Punilla. Los fuertes vientos y las altas temperaturas han complicado los esfuerzos de los bomberos, quienes trabajan incansablemente para evitar que las llamas sigan avanzando y devorando más viviendas y vegetación. Este evento no solo está afectando el medio ambiente, sino también la vida cotidiana de los habitantes, que se encuentran en una situación crítica, con evacuaciones y daños materiales significativos.

El inicio del desastre: los primeros focos de incendio

Durante la madrugada del 20 de septiembre de 2024, se desató un incendio de gran magnitud en las inmediaciones de Capilla del Monte. Las llamas, que avanzaban rápidamente debido a las ráfagas de viento que alcanzaron los 70 kilómetros por hora, no tardaron en propagarse hacia zonas habitadas, lo que obligó a las autoridades a ordenar evacuaciones de emergencia en varios barrios de la localidad. La situación se agravó aún más con la interrupción total de dos rutas nacionales, la 28 y la 38, que son vitales tanto para el tránsito de residentes como para el acceso de los servicios de emergencia.

Uno de los barrios más afectados es el barrio Valenti, donde las llamas han avanzado peligrosamente cerca de las viviendas. Una vecina de la zona describió a la prensa local el caos vivido durante la noche: “El viento no está ayudando para nada, el fuego está muy cerca de las casas, en segundos arrasa con todo. No tuvimos noche, nos cuesta respirar, ningún vecino durmió, los aviones hidrantes recién están apareciendo”. En el barrio, no solo las personas enfrentan el temor de perder sus hogares, sino que también se ha visto una masiva huida de animales, que intentan escapar del fuego y de la falta de agua en la región.

Una de las figuras locales que también tuvo que ser evacuada es el intendente de Capilla del Monte, Fabricio Díaz, quien se vio obligado a abandonar su vivienda ubicada en el barrio La Toma, al pie de la montaña. La rápida intervención de los bomberos y los vecinos ayudó a contener las llamas en esa zona, aunque los daños materiales son considerables. En total, unas 50 personas fueron evacuadas de manera preventiva, aunque más tarde muchas de ellas pudieron regresar a sus hogares tras la contención del fuego.

Las condiciones climáticas agravan la situación

La principal dificultad que enfrentan los bomberos es el fuerte viento que sopla desde el noreste, alimentando las llamas y dificultando los esfuerzos por controlarlas. Según Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil de Córdoba, “hay mucho viento del noreste y el fuego cruzó la ruta. El incendio va para el lado del cerro Las Gemelas. Mantenemos la alerta por riesgo de incendios forestales que va a llevar un par de días”. Las autoridades ya han emitido alertas extremas en toda la provincia debido a las condiciones climáticas adversas, que se espera que continúen al menos hasta el próximo lunes.

El Servicio Meteorológico Nacional había advertido sobre la posibilidad de incendios debido a una combinación de factores peligrosos: vientos fuertes, temperaturas que alcanzan los 33 grados y una humedad relativa de apenas el 16%. Estos factores crean el escenario perfecto para la rápida propagación de los incendios forestales, que ya han consumido más de 23.500 hectáreas en lo que va del año en Córdoba.

Los incendios forestales: una amenaza constante en Córdoba

Los incendios forestales no son un fenómeno nuevo en la provincia de Córdoba. Durante la temporada de verano, cuando las temperaturas son más altas y las lluvias escasean, la región es propensa a sufrir estos desastres. Sin embargo, en los últimos años, el cambio climático ha exacerbado el problema, provocando incendios más frecuentes y de mayor magnitud.

En lo que va del 2024, Córdoba ha registrado más de 1.500 incendios forestales, lo que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las brigadas de bomberos y los equipos de emergencia. A pesar de los esfuerzos, la lucha contra el fuego se ve constantemente obstaculizada por las condiciones climáticas extremas, que dificultan la contención y aumentan el riesgo para las comunidades locales.

El Valle de Punilla, donde se encuentra Capilla del Monte, es una de las áreas más afectadas por los incendios de este año. La región es conocida por sus paisajes montañosos y su abundante vegetación, lo que la convierte en un destino turístico popular. Sin embargo, esta misma geografía hace que sea especialmente vulnerable a los incendios forestales, ya que las llamas pueden propagarse rápidamente a través de los bosques y las colinas.

La respuesta de los bomberos y las brigadas de emergencia

El trabajo de los bomberos ha sido incesante desde que se detectaron los primeros focos de incendio. Durante la noche, equipos de bomberos voluntarios de diferentes cuarteles trabajaron sin descanso en varios puntos críticos de la provincia. En el Valle de Traslasierra, brigadas de Los Hornillos, Villa de las Rosas, Villa Dolores, Mina Clavero, San Javier y La Paz unieron fuerzas para combatir el fuego, mientras que en el departamento de Punilla, los bomberos del corredor norte también se sumaron a los esfuerzos.

Además de los bomberos, las autoridades locales han desplegado aviones hidrantes y equipos especializados en el manejo de catástrofes. Personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC) ha estado trabajando en coordinación con la policía caminera y los bomberos para controlar los focos y evitar que las llamas se extiendan a zonas más pobladas. No obstante, la situación sigue siendo delicada debido a la naturaleza impredecible de los incendios y las condiciones climáticas que los favorecen.

Uno de los momentos más críticos ocurrió en la ruta 28, cerca de los túneles de Chancaní, donde el fuego avanzó peligrosamente cerca del camino, obligando a las autoridades a interrumpir el tránsito. Esto no solo afectó la movilidad de los residentes, sino también el acceso de los equipos de emergencia, que tuvieron que buscar rutas alternativas para llegar a las zonas afectadas.

Impacto en la población y la fauna local

El impacto de los incendios forestales no se limita a la destrucción de viviendas y vegetación. La población local ha sufrido graves consecuencias, no solo por las evacuaciones forzadas, sino también por la presencia de humo, que ha afectado la calidad del aire en varias localidades. Las personas con problemas respiratorios han sido las más vulnerables, y las autoridades han recomendado evitar actividades al aire libre hasta que los niveles de humo disminuyan.

Además, los incendios han tenido un efecto devastador en la fauna local. Muchos animales han huido de las zonas afectadas en busca de refugio y agua, ya que las fuentes naturales han sido destruidas o se han secado debido al fuego. En algunas áreas, se han reportado casos de animales heridos o muertos, lo que ha generado preocupación entre los defensores del medio ambiente y los residentes.