Hezbolá lanza uno de sus peores ataques contra Israel en nueve meses de conflicto
En una violenta represalia, el grupo chií libanés Hezbolá lanzó el pasado jueves uno de sus ataques más intensos contra Israel desde el inicio del conflicto hace nueve meses. Este ataque, motivado por la muerte de un comandante de Hezbolá en un bombardeo israelí, marca una nueva escalada en las tensiones entre ambas partes y ha generado preocupación internacional sobre la posibilidad de una guerra a gran escala.
La guerra entre Israel y Hezbolá ha sido una de las más prolongadas y complejas en el Medio Oriente. Desde octubre del año pasado, ambos lados han intercambiado fuego regularmente, resultando en la pérdida de numerosas vidas y la destrucción de infraestructuras clave. Este último ataque es visto como una represalia directa por la muerte de Mohamed Niamah Nasser, un alto comandante de Hezbolá, quien fue asesinado en un ataque israelí en el sur del Líbano.
Nasser, conocido por comandar la destacada Unidad Aziz, fue despedido con un multitudinario funeral en Beirut, donde líderes de Hezbolá prometieron continuar la lucha contra Israel con más intensidad. Durante la ceremonia, Hashem Safi al Dín, jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, aseguró que la pérdida del comandante no significaba ninguna ventaja para Israel, sino que aumentaba la determinación del grupo para combatir.
El ataque de Hezbolá incluyó el lanzamiento de más de 200 cohetes y alrededor de una veintena de drones hacia territorio israelí, enfocándose en cinco cuarteles generales del ejército israelí en el norte del país. Según informes del ejército israelí, su defensa antiaérea interceptó la mayoría de los proyectiles, pero algunos lograron impactar, causando la muerte de un soldado reservista. Este fue uno de los ataques más devastadores desde el inicio de las hostilidades.
La operación aérea de Hezbolá, que involucró drones de ataque, se dirigió a siete cuarteles importantes del Estado judío, incluyendo algunos ya atacados previamente con cohetes. Estos ataques fueron una clara señal de la capacidad operativa y la sofisticación del armamento de Hezbolá, elevando el nivel de preocupación en Israel y la comunidad internacional.
En respuesta a los ataques, Israel lanzó una serie de contraataques dirigidos a estructuras militares de Hezbolá en el sur del Líbano. Cazas israelíes realizaron vuelos de baja altura sobre Beirut, rompiendo la barrera del sonido y generando explosiones que se escucharon en la capital libanesa. Este tipo de incursiones aéreas suelen limitarse a las zonas del sur del país, pero en esta ocasión también se extendieron a la capital, indicando una escalada significativa en la confrontación.
Del lado israelí, las sirenas de alarma sonaron en varias comunidades del norte, alertando a los residentes de la inminencia de los ataques. Medios israelíes reportaron incendios en un centro comercial y en otras zonas debido a restos de cohetes interceptados. La situación en la frontera norte se ha vuelto extremadamente tensa, con ambas partes aumentando sus preparativos militares y defensivos.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Hezbolá. Naciones Unidas y varios países han llamado a la moderación y al cese de hostilidades para evitar una guerra a gran escala. La ONU, en particular, ha subrayado la necesidad de proteger a los civiles y ha instado a ambas partes a buscar soluciones pacíficas al conflicto.
Por su parte, el gobierno libanés ha condenado los ataques israelíes y ha llamado a la comunidad internacional a intervenir para detener lo que consideran agresiones ilegítimas. El presidente del Líbano ha mantenido conversaciones con líderes de varios países para buscar apoyo y presionar a Israel a detener sus operaciones militares.