Crisis humanitaria en Gaza: Niños mueren de inanición.
En medio de una crisis humanitaria sin precedentes, al menos 20 personas, 18 de ellas menores, han perdido la vida en las últimas dos semanas en la Franja de Gaza debido a la falta extrema de alimentos y agua, según el Ministerio de Sanidad gazatí. La Organización Mundial de la Salud advierte que el colapso del estado nutricional, particularmente en niños, es rápido y sin precedentes a nivel mundial.
El embajador palestino ante las Naciones Unidas, Riyad Mansour, ha lanzado un llamado de auxilio a la comunidad internacional, destacando la muerte de niños por inanición, una forma extrema de malnutrición derivada de la prolongada insuficiencia de alimentos. Mansour citó el caso de Yazan al-Kafarneh, un niño de diez años que falleció debido a la desnutrición aguda y la falta de atención sanitaria.
«Miren a nuestros niños y niñas. Miren a Yazan. Miren qué agonía están soportando. Se identificaron decenas de niños más que murieron por desnutrición en la oscuridad y la miseria. Esto tiene que parar. Por el amor de Dios, esto tiene que parar», declaró Mansour con desesperación.
La cifra real de víctimas podría ser mayor, según advierte la ONU, mientras UNICEF reporta la muerte de diez niños por deshidratación y desnutrición en un hospital del norte de Gaza. La comunidad internacional, incluida la OMS, insta a tomar medidas urgentes para abordar la crisis humanitaria, proporcionar asistencia inmediata y garantizar el acceso a alimentos y servicios médicos esenciales.
El embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahed, denunció la situación como resultado de «una política sistemática de un estado genocida», refiriéndose a Israel. Criticó además el reparto de ayuda desde el aire por parte de Estados Unidos, cuestionando la eficacia de dicha ayuda humanitaria y denunciando la complicidad de algunos actores internacionales.
La situación en Gaza destaca la urgencia de una respuesta internacional coordinada para abordar la crisis humanitaria, proporcionar ayuda esencial y trabajar hacia soluciones a largo plazo que aborden las causas subyacentes del conflicto en la región.
