Vladímir Putin en una entrevista con Tucker Carlson.
En su primera entrevista con un periodista occidental desde el inicio del conflicto en Ucrania, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dialogó extensamente con el reconocido periodista estadounidense Tucker Carlson. La conversación, que se extendió por dos horas, abordó diversos temas de importancia mundial, revelando la disposición de Putin a negociar el fin del conflicto en Ucrania, pero también destacando tensiones y acusaciones mutuas.
Carlson, conocido por su orientación política cercana a la ultraderecha y previamente expulsado de la cadena conservadora Fox News, logró que Putin se expresara sobre la situación en Ucrania y otros asuntos de relevancia internacional. Aunque el presidente ruso se mostró dispuesto a negociar una posible tregua en Ucrania, se negó a sumergirse en debates sobre la política interna estadounidense.
La negativa más destacada durante la extensa entrevista fue la respuesta de Putin a la pregunta de Carlson sobre la posibilidad de restablecer la comunicación entre Rusia y Estados Unidos después de la administración de Joe Biden. Putin eludió la cuestión, enfocándose en la idea de la «dominación a toda costa» arraigada en las élites estadounidenses, según sus palabras.
En cuanto a Ucrania, Putin expresó su malestar por las supuestas «instrucciones de los países occidentales» que, según él, siguen el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Afirmó que estas directrices llevaron a Zelenski a prohibir negociaciones con Rusia. Además, Putin mencionó la presencia de «mercenarios estadounidenses» en el conflicto ucraniano, advirtiendo sobre las consecuencias de enviar soldados regulares de Estados Unidos al campo de batalla.
Con conciencia de los desafíos internos de Estados Unidos, Putin instó al país a priorizar sus asuntos, sugiriendo que negociar con Rusia podría ser una solución más beneficiosa dada la situación actual en las fronteras, la inmigración y la abultada deuda nacional.
La entrevista entre Putin y Carlson arroja luz sobre la complejidad de las relaciones internacionales y las tensiones existentes, al tiempo que destaca la importancia de mantener un diálogo abierto incluso en momentos de conflictividad.