Violento intento de femicidio en Salta: un hombre apuñaló 12 veces a su ex pareja con un destornillador
El pasado 13 de septiembre, la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, en la provincia de Salta, fue escenario de un brutal intento de femicidio que conmocionó a la comunidad. Mónica Toscano, una conocida comerciante y artista local, fue atacada salvajemente por su ex pareja, Walter Laguna, de 56 años, quien la apuñaló 12 veces con un destornillador. El violento episodio ocurrió en la casa de la víctima, donde se encontraba junto a un empleado. El ataque, motivado por lo que fuentes judiciales sospechan fueron celos tras una reciente separación, dejó a Mónica en estado crítico, aunque su condición ha mejorado notablemente en las últimas horas.
Este ataque ha vuelto a poner sobre la mesa el alarmante problema de la violencia de género en Argentina, un país que, en los últimos años, ha visto un preocupante aumento en los casos de femicidio y agresiones hacia mujeres. En este artículo, analizamos en profundidad el caso, el contexto social y judicial de la violencia de género en el país, y las medidas que se están tomando —y las que aún faltan— para proteger a las mujeres de estos crímenes atroces.
El violento ataque: una escena de horror en Orán
La noche del viernes 13 de septiembre, Mónica Toscano se encontraba en su domicilio en Orán junto a un empleado. Según relataron fuentes cercanas al caso, alrededor de las 8 p.m., Laguna llegó a la vivienda con un destornillador oculto entre sus pertenencias. Tras llamar a la puerta y ser atendido por Mónica, el hombre la atacó de manera sorpresiva y extremadamente violenta, propinándole múltiples puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
De acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio Público Fiscal de Salta, la mayoría de las heridas se concentraron en la cabeza, el cuello y el abdomen de la víctima, lo que puso en serio riesgo su vida. Una de las puñaladas perforó la pleura, la fina membrana que recubre los pulmones y permite su expansión al respirar, complicando aún más su estado de salud.
El empleado que se encontraba en la casa intentó intervenir para detener el ataque, pero también fue agredido físicamente por Laguna. Sin embargo, logró llamar al 911, acción que, según los investigadores, fue crucial para salvar la vida de Mónica, ya que permitió la rápida llegada de la Policía y los servicios de emergencia al lugar. Cuando los efectivos arribaron, encontraron a Mónica gravemente herida y a Laguna aún en la escena del crimen. El atacante fue inmediatamente detenido.
Estado de salud de la víctima: un milagro tras el horror
Mónica fue trasladada de urgencia a un centro de salud en Orán, donde fue atendida por un equipo médico que logró estabilizarla a pesar de la gravedad de las heridas. Los médicos informaron que la víctima ingresó en estado crítico, con múltiples heridas punzantes en el rostro, el labio, el cuello y el abdomen, así como una perforación en la pleura, lo que comprometía su capacidad respiratoria.
En los días posteriores, y tras una serie de intervenciones quirúrgicas, Mónica comenzó a mostrar signos de mejoría, lo que fue celebrado por sus familiares, amigos y miembros de la comunidad local, quienes seguían su estado de salud con gran preocupación. Su recuperación, aunque lenta, ha sido catalogada como “milagrosa” por los médicos que la atienden, quienes señalaron que, a pesar de la gravedad de las lesiones, la rápida atención médica fue clave para salvarle la vida.
El móvil del crimen: ¿celos y una ruptura reciente?
Si bien aún no se ha establecido de manera definitiva el móvil del ataque, las primeras investigaciones señalan que la agresión pudo haber estado motivada por celos y la reciente separación de la pareja. Laguna y Toscano habían mantenido una relación durante varios años, pero la misma había terminado poco tiempo antes del ataque.
Fuentes judiciales revelaron que un día antes de la agresión, Laguna había publicado en su cuenta de Facebook un aviso en el que anunciaba la venta del fondo de comercio que compartía con Mónica. Este posteo, que pasó desapercibido en un primer momento, cobró relevancia tras el ataque, ya que varios usuarios comentaron el episodio con mensajes de repudio hacia el agresor. En las horas posteriores al ataque, el posteo recibió decenas de comentarios condenando la violencia de Laguna y expresando solidaridad hacia la víctima.
El fiscal Claudia Carreras, titular de la fiscalía de Violencia Familiar y de Género de Orán, imputó a Walter Laguna como autor del delito de tentativa de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por la alevosía con la que se perpetró el ataque. La fiscal también solicitó que el caso fuera derivado a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, dada la gravedad de las heridas que sufrió Mónica y el nivel de premeditación del agresor.
La respuesta de la comunidad y la lucha contra la violencia de género
El caso de Mónica Toscano ha sacudido profundamente a la comunidad de Orán, una ciudad que, como muchas otras en Argentina, no es ajena a la problemática de la violencia de género. Tras conocerse la noticia del ataque, varios grupos de mujeres y organizaciones de derechos humanos en la provincia de Salta han convocado a marchas y concentraciones para exigir justicia para Mónica y para visibilizar la necesidad urgente de políticas más efectivas para proteger a las mujeres.
“Esto no puede seguir así. No podemos seguir viviendo con miedo. Mónica es una mujer fuerte, una luchadora, y no vamos a dejar que esto quede impune. Exigimos justicia y que Walter Laguna pague por lo que hizo”, expresó en una entrevista una amiga cercana de la víctima, quien también señaló que Mónica había sido una activa participante en varias campañas contra la violencia de género en la comunidad.
El ataque a Mónica se suma a una larga lista de casos de violencia machista en Argentina, un país que ha registrado un aumento sostenido de femicidios en los últimos años. Según datos del Observatorio de Femicidios en Argentina «Adriana Marisel Zambrano», que depende de la organización La Casa del Encuentro, durante 2023 se registraron más de 250 femicidios en todo el país, lo que equivale a una mujer asesinada cada 35 horas. Estos crímenes, motivados por cuestiones de género, representan una de las formas más extremas de violencia contra las mujeres y niñas, y reflejan un grave problema estructural en la sociedad.
La respuesta judicial y las medidas de protección
A nivel judicial, la fiscal Claudia Carreras ha solicitado la prisión preventiva para Laguna, argumentando el riesgo de fuga y la peligrosidad del imputado. Además, ha solicitado que el caso sea derivado a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, un área especializada en el manejo de casos de extrema violencia, como es el intento de femicidio.
En cuanto a la situación de Mónica, su familia ha pedido medidas de protección adicionales para evitar futuros incidentes. Aunque Laguna se encuentra detenido, los familiares de la víctima temen que pueda haber represalias o actos de venganza por parte del agresor, por lo que han solicitado al juzgado la implementación de una orden de restricción de contacto que abarque a todo su entorno.
El caso también ha reavivado el debate sobre la efectividad de las medidas de protección para las mujeres víctimas de violencia de género. Si bien existen herramientas como los botones antipánico y las órdenes de restricción, organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos han señalado que estas medidas son insuficientes para prevenir los femicidios. De hecho, en muchos de los casos más resonantes de femicidio en Argentina, las víctimas ya habían denunciado previamente a sus agresores, pero no recibieron la protección adecuada.
La lucha contra la violencia de género: ¿Qué se está haciendo?
A nivel nacional, Argentina ha implementado una serie de políticas y leyes para combatir la violencia de género. La Ley N° 26.485, promulgada en 2009, establece un marco integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos. Además, el Plan Nacional de Acción contra la Violencia de Género, lanzado en 2017, busca articular políticas públicas que aborden la problemática desde una perspectiva multidimensional, incluyendo la prevención, la atención a las víctimas y la sanción de los agresores.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los números siguen siendo alarmantes. El femicidio de Úrsula Bahillo, en 2021, marcó un punto de inflexión en la discusión sobre la violencia de género en Argentina, ya que la joven había denunciado en reiteradas ocasiones a su agresor sin obtener la protección adecuada. Este caso, y muchos otros, han puesto en evidencia las fallas del sistema judicial y la necesidad de una respuesta más coordinada y efectiva por parte del Estado.