Violencia sin tregua en Rosario.

La noche del jueves fue testigo de una ola de violencia en Rosario, con una serie de ataques que han sacudido a la ciudad. Estos incidentes se producen en el contexto de la creciente preocupación por la seguridad en la región, especialmente después del ataque a un colectivero que dejó al conductor en estado crítico.

El primero de los incidentes fue el incendio de un taxi estacionado en la zona oeste de la ciudad, perpetrado por dos individuos en moto que rociaron el vehículo con nafta y lo prendieron fuego. Este acto de vandalismo se suma a la tensión generada por la reciente muerte de dos taxistas en la misma semana.

Poco después, varios pistoleros dispararon contra la fachada de la Comisaría 15ª, causando pánico entre quienes se encontraban en el lugar. Dos personas que habían ido a realizar una denuncia tuvieron que recibir atención médica debido al shock que les provocó el ataque.

El colectivero herido, identificado como Marcos Iván D., fue alcanzado por un disparo en la cabeza por un sicario que se subió al vehículo de la línea K y luego escapó en una moto que lo esperaba cerca. La gravedad de su estado ha llevado a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a anunciar un paro indefinido en el servicio de transporte público.

Estos eventos se suman a los recientes asesinatos de dos taxistas, Héctor Raúl Figueroa y Diego Alejandro Celentano, cuyas muertes comparten similitudes alarmantes. Ambos conductores fueron emboscados en circunstancias similares, a la misma hora y sin robo previo, lo que sugiere una planificación cuidadosa por parte de los perpetradores.

Además, en ninguna de las escenas del crimen se encontraron signos de robo, y las vainas servidas halladas en ambos casos llevaban la inscripción «PSF», indicando una posible vinculación con la Policía de Santa Fe. Estos eventos han sumido a la ciudad en un estado de tensión y temor, mientras las autoridades buscan contener la creciente ola de violencia.