Venezuela retira invitación a la UE para observar elecciones: controversia y repercusiones
La reciente decisión de la Asamblea Nacional de Venezuela de revocar la invitación a la Unión Europea (UE) para observar las elecciones presidenciales ha generado una fuerte reacción y un clima de tensión política. Esta medida, promovida por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, surge en medio de un contexto de sanciones y críticas mutuas entre el gobierno venezolano y la comunidad internacional.
El martes 14 de mayo de 2024, la Asamblea Nacional aprobó una propuesta para solicitar al Consejo Nacional Electoral (CNE) que retire la invitación a la UE para enviar una misión de observación electoral en las próximas elecciones presidenciales, programadas para el 28 de julio. La propuesta fue presentada por Jorge Rodríguez, quien calificó a la UE de «groseros», «bastardos», «canallas», «ilegales» e «ilegítimos».
Rodríguez justificó la decisión señalando que la actitud de la UE era racista, prepotente e insultante, y que esto hacía imposible la invitación a una misión de observación electoral. Además, acusó al bloque europeo de querer que el poder en Venezuela lo ostente una «marioneta» de Estados Unidos
La decisión de la Asamblea Nacional se produjo luego de que la UE decidiera levantar temporalmente las sanciones personales contra el presidente del CNE, Elvis Amoroso, y otros tres exfuncionarios del organismo electoral: Socorro Elizabeth Hernández, Xavier Antonio Moreno y Leonardo Enrique Morales. Este gesto fue interpretado por la UE como una manera de fomentar elecciones inclusivas y competitivas. Sin embargo, Amoroso rechazó la medida, calificándola de inmoral y exigiendo el levantamiento completo de todas las sanciones
Rodríguez criticó duramente la decisión de la UE, argumentando que levantar solo algunas sanciones era un insulto y una burla hacia Venezuela. Insistió en que la única solución aceptable sería el levantamiento de todas las sanciones impuestas tanto por la UE como por Estados Unidos.
La reacción de la comunidad internacional no se hizo esperar. La UE expresó su decepción ante la medida tomada por la Asamblea Nacional venezolana, subrayando la importancia de las misiones de observación electoral como herramientas para garantizar la transparencia y credibilidad de los procesos electorales. Fuentes diplomáticas europeas indicaron que esta decisión podría tener repercusiones en las relaciones bilaterales y en el apoyo internacional hacia Venezuela.
La retirada de la invitación a la UE para observar las elecciones presidenciales plantea serias dudas sobre la transparencia y la legitimidad del proceso electoral en Venezuela. Las misiones de observación internacional juegan un papel crucial en la validación de elecciones justas y libres, y su ausencia podría incrementar las sospechas de manipulación y fraude electoral.
El gobierno de Nicolás Maduro ha defendido su posición argumentando que las sanciones impuestas por la UE y otros actores internacionales son ilegales e ilegítimas, y que representan una injerencia en los asuntos internos de Venezuela. Según Rodríguez, el país ha hecho todo lo posible para facilitar la participación de observadores internacionales, pero no a costa de su soberanía y dignidad nacional.
