Venezuela expulsa a embajadores de siete países latinoamericanos
El gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, anunció la expulsión de los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Esta medida, anunciada por el canciller venezolano Yván Gil, se da en respuesta a lo que consideran injerencias y declaraciones hostiles por parte de estos países, alineados según el gobierno venezolano con los intereses de Washington y con posturas que el chavismo cataloga como fascistas.
Yván Gil, a través de un comunicado oficial, expresó el firme rechazo de Venezuela ante las acciones de estos gobiernos, a los que acusa de intentar reeditar el fallido Grupo de Lima, una alianza regional que buscaba presionar por un cambio de régimen en Venezuela. En su mensaje, Gil subrayó que Venezuela se reserva el derecho a tomar todas las acciones legales y políticas necesarias para defender su derecho a la autodeterminación y preservar la paz en el país.
La expulsión de los embajadores ha generado diversas reacciones a nivel internacional. Los países afectados han manifestado su preocupación por la escalada de tensiones diplomáticas y han llamado a consultas a sus embajadores. Además, varios líderes políticos han criticado la decisión de Venezuela, calificándola de un paso hacia el aislamiento diplomático y una señal de la creciente represión del gobierno de Maduro.
En paralelo a este conflicto diplomático, Venezuela atraviesa una situación interna tensa, marcada por protestas y disturbios tras la reelección de Nicolás Maduro como presidente en unos comicios muy controvertidos. La oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, ha rechazado los resultados, argumentando fraude electoral y falta de transparencia en el proceso.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó oficialmente a Maduro como presidente reelecto con el 51.2% de los votos, un resultado que ha sido cuestionado tanto por la oposición interna como por la comunidad internacional. Las protestas en Caracas y otras ciudades han sido intensas, con ciudadanos exigiendo respeto a la democracia y la transparencia en el conteo de votos. Las manifestaciones han incluido cacerolazos, bloqueos de calles y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La expulsión de los embajadores y las tensiones resultantes complican aún más el escenario político en Venezuela. La comunidad internacional, a través de organizaciones como la ONU, ha instado a Venezuela a garantizar la transparencia en el proceso electoral y a respetar los derechos democráticos de sus ciudadanos. Mientras tanto, la situación económica y social en el país sigue deteriorándose, con altos niveles de inflación, escasez de alimentos y medicinas, y una migración masiva de venezolanos buscando mejores condiciones de vida en otros países.