Usko Ayar: Semillero de arte, naturaleza.
En 1988, el chamán y pintor Pablo Amaringo dio vida a un proyecto único en la selva amazónica peruana: la escuela de arte Usko Ayar, que se traduce como «Príncipe Espiritual» en quechua.
Fundada sobre las experiencias religiosas de Amaringo con la ayahuasca, un potente alucinógeno utilizado por curanderos en la región, la escuela no solo lleva consigo la esencia de las raíces culturales, sino que también se erige como una oportunidad para cientos de jóvenes con limitadas posibilidades de explorar y desarrollar su talento artístico.
La iniciativa surgió cuando Amaringo fue abordado por el antropólogo Luis Eduardo Luna, quien lo inspiró a transformar su hogar en un espacio de aprendizaje artístico. La idea principal era conectar a los estudiantes con la naturaleza circundante, aprovechando la rica biodiversidad de la Amazonía como fuente de inspiración.
La escuela inicialmente acogió a docenas de niños desfavorecidos de las regiones tropicales, afectadas por la pobreza. A medida que la escuela Usko Ayar creció, no solo se centró en enseñar técnicas artísticas, sino que también amplió su oferta educativa incorporando clases de inglés y otras materias básicas. Cada obra de arte vendida generaba ingresos compartidos entre el estudiante y la escuela, proporcionando fondos para el proyecto y, al mismo tiempo, complementando los ingresos de las familias acostumbradas a depender de la agricultura de tala y quema a lo largo del río.
El éxito de Usko Ayar ha trascendido, generando fondos para otras escuelas en la región amazónica. En reconocimiento a su impacto, las Naciones Unidas honraron el proyecto en 1992. A lo largo de los años, más de 700 estudiantes, con edades comprendidas entre los 8 y 24 años, han pasado por las aulas de la escuela, donde han contribuido a proyectos que promueven la agricultura sostenible y la educación en la región.
A pesar del reciente fallecimiento de Amaringo, su legado perdura, y la escuela sigue operando en su estudio original. Abierta al público, ofrece la oportunidad de explorar las obras de Amaringo y sus alumnos, las cuales también están disponibles para su adquisición, proporcionando un puente entre el arte, la naturaleza y la sostenibilidad en la majestuosa Amazonía peruana.