Una mujer policía asesinó a sus dos hijos debido a graves problemas económicos
La provincia de San Luis se encuentra envuelta en una profunda conmoción tras conocerse los detalles escalofriantes de un doble filicidio ocurrido el pasado 1 de octubre. La autora del crimen es Marina Silva, una oficial de policía que asesinó a sus dos hijos de 2 y 7 años en su domicilio, alegando motivos financieros como principal causa de su accionar. Actualmente, Silva se encuentra detenida con prisión preventiva mientras avanza la investigación judicial.
Reconstrucción del crimen
El crimen ha sacudido a la sociedad puntana por su crueldad y los detalles revelados por la investigación. Según informaron los investigadores del caso, el asesinato ocurrió entre las 5:30 y 6:30 de la mañana del 1 de octubre. En un intento premeditado por hacer que sus hijos cayeran en un estado de somnolencia, Silva abrió una garrafa de gas en la puerta de la habitación matrimonial donde los pequeños dormían, con la intención de intoxicarlos y reducir su capacidad de reacción.
Luego de asegurar que los menores estuvieran lo suficientemente adormecidos, la mujer ingresó al cuarto y disparó al colchón, aparentemente para probar el funcionamiento del arma. Una vez comprobada su eficacia, colocó una almohada y un colchón sobre las cabezas de sus hijos y les disparó dos veces a cada uno, causando su muerte instantánea.
La fiscal Antonella Romagnoli, a cargo del caso, detalló que las heridas causadas por los disparos provocaron la muerte inmediata de ambos niños. Durante la audiencia de formulación de cargos, la propia Silva escuchó con frialdad la reconstrucción de los hechos, lo que generó aún más consternación entre los presentes.
El trasfondo económico que motivó el crimen
La principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a que los problemas económicos de Silva habrían sido el detonante para que cometiera el atroz crimen. La mujer dejó dos cartas tras los asesinatos, una de ellas en el cuaderno escolar de su hija mayor, en las que expresaba estar agobiada por sus deudas. Según las primeras indagaciones, Silva debía una suma que superaba los 6.7 millones de pesos argentinos, distribuidos en varios bancos y entidades financieras.
La Central de Deudores del Banco Central de la República Argentina confirmó la información y detalló la magnitud de las deudas que arrastraba Silva. Entre ellas, se destacan una deuda de $3.269.000 con el Banco Nación y otra de $2.269.000 con la financiera Montemar. A esto se suman morosidades menores con otras entidades como Credlap, donde debía $941.000, y Mercado Pago, con una deuda de $94.000, entre otras.
Las dificultades económicas habrían comenzado a incrementarse en julio y agosto de 2024, meses en los que Silva acumuló retrasos en sus pagos y cayó en una situación de morosidad extrema. Estas deudas, junto con la presión emocional y psicológica, habrían llevado a la oficial a tomar la trágica decisión de asesinar a sus propios hijos.
La investigación judicial y los cargos
Durante la audiencia de formulación de cargos, Marina Silva fue imputada por los delitos de homicidio doblemente calificado por alevosía y el vínculo familiar, agravado además por el uso de arma de fuego. Ante la magnitud del crimen, la justicia dictaminó una prisión preventiva de 120 días, tiempo en el cual se espera avanzar en el juicio.
La fiscal Romagnoli, en su intervención, detalló el nivel de premeditación del crimen, señalando que Silva planificó cuidadosamente cada paso del asesinato. Desde la apertura de la garrafa de gas para adormecer a los niños hasta los disparos ejecutados para asegurar su muerte. Además, se reveló que, tras el doble homicidio, la mujer intentó huir de la escena del crimen, lo que fue interpretado como un intento de eludir la responsabilidad.
El caso también ha generado una profunda preocupación entre las autoridades provinciales y nacionales, ya que implica a una miembro de la fuerza policial, lo que ha abierto debates sobre la salud mental y la presión económica en la vida de los agentes del orden.
