Un periodista inglés cuestiona el control británico sobre las Malvinas: «Abandonar sus delirios de imperio»
El periodista británico Simon Jenkins, columnista de The Guardian, ha generado controversia al cuestionar la soberanía del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, a las que calificó de «injustificable». En un artículo titulado «Gran Bretaña debe abandonar sus delirios de imperio: renunciar a las islas Chagos es un buen comienzo», Jenkins reflexionó sobre la posesión de territorios británicos en ultramar, poniendo en duda la legitimidad del control sobre las Malvinas y Gibraltar.
El debate sobre las Malvinas resurgió en el Reino Unido después de que el gobierno decidiera devolver el control de las islas Chagos a Mauricio. En este contexto, Jenkins comparó la situación con la de las Malvinas, argumentando que, antes de la guerra de 1982, el gobierno de Margaret Thatcher estaba en conversaciones para transferir la soberanía de las islas a Argentina. Según el periodista, solo la invasión militar argentina impidió que ese acuerdo se concretara.
Jenkins señaló que mantener la soberanía británica sobre las Malvinas, con una población de apenas 3.600 habitantes, le cuesta a Gran Bretaña alrededor de 60 millones de libras al año (unos 78 millones de dólares), lo que considera insostenible. “El único futuro para las islas que tiene sentido económico está en su territorio continental adyacente”, añadió, refiriéndose a Argentina.
El primer ministro británico responde: “Las Malvinas son británicas y así permanecerán”
El artículo de Jenkins llega en un momento de sensibilidad política en el Reino Unido. El primer ministro, Keir Starmer, ha sido enfático en defender la soberanía británica sobre las Malvinas. Durante una sesión en la Cámara de los Comunes, Starmer afirmó que «las Islas Malvinas son británicas y así permanecerán». El líder laborista hizo mención de su conexión personal con el conflicto, revelando que su tío luchó en la guerra de 1982 y casi pierde la vida cuando su barco fue torpedeado. «Para mí, es un asunto personal», subrayó.
Starmer también descartó cualquier posibilidad de negociar la soberanía de Gibraltar, reafirmando que ambos territorios seguirán bajo control británico, una postura que ha sido respaldada por amplios sectores de la política británica, especialmente por los conservadores.
Debate sobre el legado imperial británico
El artículo de Jenkins ha abierto nuevamente el debate sobre el legado colonial del Reino Unido y su control sobre territorios de ultramar. Mientras que algunas voces, como la del periodista, abogan por una revisión de estos territorios, otros sectores del país se mantienen firmes en su postura de mantener la soberanía británica, destacando la importancia estratégica y simbólica de estas islas.
El futuro de las Malvinas sigue siendo un tema de alta tensión tanto en el Reino Unido como en Argentina, que mantiene su reclamo histórico sobre el archipiélago.