Un joven que mató a un periodista se reincorpora en la escuela y la comunidad educativa repudia su vuelta

Un incidente trágico ha desatado una ola de indignación en la comunidad educativa de Neuquén, Argentina, tras el regreso a clases de un adolescente condenado por el asesinato del periodista Juan Caliani. Este joven, de 16 años, fue sentenciado en mayo de este año a un año de arresto domiciliario y obligado a someterse a tratamiento psicológico por su implicación en el crimen, que ocurrió durante un intento de robo.

El asesinato de Juan Caliani, un reconocido periodista, tuvo lugar el 1 de abril de 2024. Según los informes, el periodista fue atacado en su hogar mientras intentaba proteger a sus padres durante un asalto. La autopsia reveló que Caliani recibió dos puñaladas fatales, lo que provocó su muerte por un shock hipovolémico. Junto con el adolescente, un cómplice de 18 años también fue condenado en un juicio abreviado, donde ambos admitieron su culpabilidad en el acto criminal.

El regreso del joven a la Escuela de Auxiliares Técnicos de la Medicina ha provocado un fuerte rechazo por parte de estudiantes y padres. En respuesta a su reincorporación, se han llevado a cabo diversas manifestaciones en el establecimiento educativo, que incluyen marchas y una toma de la escuela. Los estudiantes han expresado que, aunque el menor tiene derecho a la educación, no desean que continúe en su institución.

Los manifestantes han declarado: “No se trata solo de educación, se trata de nuestra seguridad”, haciendo hincapié en el historial problemático del adolescente dentro de la escuela antes de ser condenado. Se teme que su presencia pueda generar un ambiente de inseguridad entre los estudiantes.

La comunidad educativa exige una respuesta clara del Consejo Provincial de Educación sobre la situación. Los padres y alumnos sostienen que el menor debería estar bajo supervisión adecuada, especialmente dado su pasado delictivo. Según el medio Noticias 7, las autoridades escolares han señalado que el adolescente podrá asistir a clases sin la supervisión de ningún adulto, lo que ha incrementado la preocupación entre los padres.

La sentencia impuesta al adolescente incluye un régimen de arresto domiciliario estricto, donde solo puede salir de casa en horarios específicos y solo por motivos autorizados por la Fiscalía y la Defensoría del Niño. Además, se le ha ordenado participar en un programa interdisciplinario y recibir tratamiento psicológico por adicciones, así como abstenerse de consumir drogas y alcohol y no cometer nuevos delitos.

El caso ha puesto en el centro del debate cuestiones sobre la seguridad en las instituciones educativas y el manejo de jóvenes involucrados en delitos graves, resaltando la complejidad del sistema judicial y educativo en situaciones tan delicadas. La comunidad sigue atenta a las decisiones que tomen las autoridades en relación a este asunto.