Un estudio revela que los leones de Kenia se alimentaban de humanos en el siglo XIX
Un grupo de científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign ha revelado hallazgos sorprendentes sobre la dieta de dos ejemplares históricos de leones de Tsavo, en Kenia. El análisis del ADN de pelos hallados en las cavidades dentales de estos leones, almacenados desde hace más de un siglo en el Museo Field de Historia Natural de Chicago, demostró que estos felinos se alimentaron de humanos y otras especies como jirafas, órix y ñus durante el siglo XIX.
Estos leones, conocidos como los «devoradores de hombres de Tsavo», fueron responsables de varios ataques a humanos en la década de 1890. El estudio, publicado este viernes en la revista Current Biology, destaca el potencial de las nuevas tecnologías para reconstruir el comportamiento y la ecología de animales históricos.
La dieta “rica” de los leones de Tsavo
El equipo de investigadores utilizó un método innovador de extracción y secuenciación de ADN para analizar los pelos acumulados en los dientes de los leones. Los resultados confirmaron que los leones de Tsavo consumieron una amplia variedad de especies, incluyendo seres humanos, algo que ya era conocido por los relatos históricos, pero que ahora se respalda científicamente.
Según el antropólogo Ripan Malhi, uno de los autores del estudio, “los avances en biotecnología abren nuevas fuentes de conocimiento sobre el pasado”. Además de confirmar el consumo de humanos, el análisis reveló la presencia de jirafas, órix y ñus en la dieta de los leones. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al no encontrar rastros de búfalos, presas que hoy constituyen una fuente alimenticia importante para los leones de la región.
¿Por qué los leones cazaban humanos?
La ausencia de búfalos y ganado en la dieta de los leones de Tsavo podría explicarse por la peste bovina, una enfermedad viral altamente contagiosa que llegó a África desde la India en la década de 1880. Esta epidemia devastó las poblaciones de búfalos y ganado vacuno, obligando a los leones a buscar presas alternativas, entre ellas los humanos.
Kerbis Peterhans, investigador del Museo Field, explicó que John Henry Patterson, un coronel británico que cazó a los leones responsables de varios ataques en Tsavo, nunca registró la presencia de búfalos o ganado en sus diarios de campo. Esto refuerza la hipótesis de que la peste bovina tuvo un impacto significativo en las dinámicas de depredación de los leones.
Leones viajeros: la sorpresa del ADN de ñu
Otro hallazgo llamativo fue la detección de ADN de ñu en los restos analizados. Según los investigadores, las poblaciones de ñus en la década de 1890 se encontraban a más de 80 kilómetros de distancia del área de Tsavo, lo que indica que estos leones eran viajeros más activos de lo que se pensaba. Esto sugiere que recorrían grandes distancias en busca de alimento, lo que podría haberlos llevado a entrar en contacto más frecuente con seres humanos.
Impacto del estudio y aplicaciones futuras
Los resultados de este estudio no solo permiten comprender mejor el comportamiento histórico de los leones, sino que ofrecen una nueva herramienta para estudiar conflictos actuales entre humanos y fauna salvaje. La metodología utilizada podría aplicarse en otros fósiles y restos de animales de hace cientos o incluso miles de años, lo que ayudaría a reconstruir la dieta y ecología de depredadores antiguos.
«Esta técnica podría aplicarse a dientes rotos de otros carnívoros del pasado», afirmó Malhi, lo que abriría nuevas posibilidades para entender los conflictos entre humanos y animales a lo largo de la historia. Además, los investigadores planean continuar con el análisis de otros ejemplares para determinar cuándo y por qué los leones de Tsavo comenzaron a cazar humanos de manera sistemática.