Ucrania denuncia masivos ataques rusos con drones y misiles que causaron heridos y daños a la infraestructura
La guerra en Ucrania ha sido testigo de una nueva oleada de ataques rusos, según informó este domingo el Ejército ucraniano. La ofensiva, llevada a cabo durante la madrugada del 22 de septiembre de 2024, incluyó el lanzamiento de dos misiles aéreos guiados y 80 drones de ataque tipo Shahed, que provocaron heridos y causaron serios daños en varias regiones del país.
La Fuerza Aérea ucraniana detalló que los misiles X-59/69 fueron lanzados desde la región ocupada de Luhansk, mientras que los drones Shahed partieron desde Yeisk y Kursk, en territorio ruso. De los 80 drones desplegados, 71 fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas, mientras que otros seis fueron neutralizados en tierra. Las regiones más afectadas incluyen Jmelnitski, Vínitsia, Cherkasi, Kirovohrad, Yitómir, Kiev, Sumi, Poltava, Jersón y Mikoláiv, donde las defensas aéreas se activaron de inmediato.
Heridos y daños materiales
En la región de Jersón, situada en el sur de Ucrania, dos hombres, uno de 86 años y otro de 51, resultaron heridos por explosivos lanzados desde un dron y tuvieron que ser hospitalizados. Según Román Mrochko, jefe de la administración militar regional, ambos hombres se encuentran en tratamiento debido a las lesiones sufridas.
Por su parte, en Kiev, las defensas aéreas lograron interceptar varios drones sin que se reportaran víctimas. Sin embargo, los fragmentos de los dispositivos derribados provocaron incendios en dos distritos de la capital, que fueron controlados rápidamente por los servicios de emergencia.
La región central de Poltava también sufrió daños significativos, especialmente en la infraestructura energética. Según el gobernador Filip Pronin, aunque no se reportaron víctimas, cerca de un centenar de consumidores se quedaron sin electricidad debido al impacto en las instalaciones eléctricas de uno de los distritos.
En la región de Sumi, el gobernador informó de un bombardeo que afectó las instalaciones eléctricas del municipio de Shotski. Mientras tanto, en la ciudad de Járkov, un ataque dejó una veintena de heridos, entre ellos tres menores, y causó graves daños en siete bloques de viviendas. Esta situación se repite en múltiples ciudades ucranianas, donde las infraestructuras clave, especialmente las relacionadas con la energía, continúan siendo objetivo de las fuerzas rusas.
Este último episodio de violencia es parte de una escalada más amplia en la guerra, donde Rusia ha intensificado el uso de drones y misiles para atacar tanto objetivos militares como civiles en Ucrania. Desde el inicio de la invasión, los drones Shahed, suministrados por Irán, se han convertido en una herramienta clave para las fuerzas rusas, permitiéndoles lanzar ataques a larga distancia y saturar las defensas aéreas ucranianas.
El uso continuo de drones y misiles por parte de Rusia ha generado una mayor presión sobre las defensas aéreas de Ucrania. A pesar de que las fuerzas ucranianas han logrado interceptar la mayoría de los ataques, la constante amenaza de estos bombardeos ha provocado un aumento en los desplazamientos internos y ha dejado a grandes áreas del país sin acceso a servicios esenciales como la electricidad y el agua potable.
Los ataques a infraestructuras críticas, especialmente las eléctricas, han afectado gravemente la vida diaria de los ucranianos. La interrupción del suministro eléctrico ha dejado a miles de hogares sin acceso a energía, afectando no solo a las viviendas, sino también a hospitales, escuelas y otros servicios vitales.
