Ucrania ataca fábrica de explosivos en Rusia y causa importantes destrozos en Lipetsk

En una nueva ofensiva en el territorio ruso, Ucrania lanzó un ataque aéreo masivo que impactó una fábrica clave de explosivos y armamento militar en la región de Lipetsk, a unos 400 kilómetros de la frontera con Ucrania. La operación, ejecutada por el Servicio de Seguridad Ucraniano, junto con las Fuerzas de Operaciones Especiales e Inteligencia de Defensa, se enmarca en la estrategia de Kiev para golpear infraestructuras esenciales de la industria de defensa rusa.

Una ofensiva aérea con drones contra múltiples regiones rusas

El ataque ocurrió en la madrugada del domingo y se desarrolló de forma coordinada, con el lanzamiento de más de 100 drones hacia al menos siete regiones rusas, según informes del Estado Mayor General de Ucrania. La fábrica atacada en Lipetsk produce químicos esenciales para municiones de artillería y bombas aéreas de alto poder explosivo, lo que convierte a la instalación en un objetivo estratégico.

Además, la ofensiva también afectó un aeródromo militar en Lipetsk-2, donde se almacenan bombas aéreas guiadas. Las explosiones en la zona habrían causado daños significativos a la infraestructura de almacenamiento de combustible, depósitos de municiones y aeronaves militares. Según Ucrania, en el aeródromo se encuentran estacionados cazas Su-34, Su-35 y MiG-31, usados por las fuerzas aeroespaciales rusas.

Sanciones y contexto de la fábrica atacada

La planta en Lipetsk forma parte de la industria de defensa rusa y ya estaba sujeta a sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos. Además de la producción de explosivos, estas instalaciones desempeñan un papel central en el suministro de municiones y armamento avanzado para las fuerzas rusas.

Ucrania justificó el ataque como una respuesta a los bombardeos continuos de Rusia en territorio ucraniano, afirmando que estos golpes buscan debilitar la capacidad ofensiva del Kremlin y ralentizar su maquinaria de guerra.

Explosiones en Lipetsk y control en la región de Kursk

Las explosiones en Lipetsk-2 y las inmediaciones de la fábrica se escucharon en varias zonas de la región, según medios locales. Los reportes indican que el ataque no solo generó daños materiales, sino que también ha aumentado la preocupación dentro de Rusia por la vulnerabilidad de sus infraestructuras militares.

Por otra parte, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, destacó que la situación en Kursk, una región fronteriza entre Rusia y Ucrania, sigue controlada por las fuerzas ucranianas, a pesar de los intentos rusos por recuperar la iniciativa en la zona.

“A pesar de todos los intentos del enemigo por tomar la iniciativa, la situación sigue bajo nuestro control», aseguró Sirski, quien también visitó las unidades militares que operan en las regiones de Sumy y Kursk.

Desde agosto, tropas ucranianas mantienen posiciones en partes de Kursk, lo que ha intensificado los enfrentamientos en esa zona fronteriza. Moscú, sin embargo, niega haber perdido el control en Kursk y asegura que refuerzos rusos han sido desplegados para recuperar las áreas ocupadas.

¿Escalada del conflicto?

El ataque en Lipetsk representa una nueva fase en el conflicto, en la que Ucrania ha intensificado sus operaciones en territorio ruso. La acción demuestra la capacidad de Kiev para golpear objetivos estratégicos en el interior de Rusia, más allá del campo de batalla principal en el este de Ucrania.

Además, la ofensiva ucraniana se produce en un momento en que Moscú enfrenta la amenaza de desplegar tropas norcoreanas en su apoyo, lo que Ucrania calificó como «una enorme amenaza» para la estabilidad en la región.

Este escenario refleja el carácter internacional del conflicto, donde tanto sanciones occidentales como alianzas militares juegan un papel crucial en la evolución de la guerra.