Tropas rusas izan su bandera en la ciudad de Vugledar, Ucrania
En un significativo avance en el conflicto que se desarrolla en el este de Ucrania, las tropas rusas izaron la bandera de Rusia en la ciudad de Vugledar, situada en la región oriental de Donetsk. Este símbolo de control marca un hito en los esfuerzos del Kremlin por consolidar su dominio en el Donbás, una zona estratégica que ha sido uno de los principales objetivos militares desde el inicio de la guerra en febrero de 2022.
La situación en Vugledar
Yan Gaguin, asesor de la República Popular de Donetsk, confirmó que las fuerzas rusas ya han entrado en la ciudad y levantado la bandera en el edificio de la administración local. Sin embargo, fue cauto al señalar que aún es prematuro afirmar la toma completa de Vugledar. Según Gaguin, todavía quedan unidades ucranianas dispersas por la ciudad, lo que ha retrasado la declaración oficial de control total. «Está en marcha la limpia de la ciudad, lo que requiere cierto tiempo», agregó.
Pérdidas ucranianas y avance ruso
Otra fuente oficial rusa, citada por la agencia TASS, afirmó que las fuerzas ucranianas han sido «prácticamente» expulsadas de Vugledar, y que las pérdidas del ejército ucraniano en esta batalla han sido «enormes». La toma de esta ciudad se suma a una serie de victorias estratégicas rusas en el Donbás, una región que ha sido el epicentro de los enfrentamientos más feroces desde el comienzo de la invasión.
Desde el lado ucraniano, la plataforma de seguimiento de la guerra DeepState, que mantiene estrecha relación con el Ministerio de Defensa de Ucrania, ha reconocido que Vugledar está prácticamente perdida, aunque algunos analistas aseguran que las fuerzas ucranianas aún mantienen el control de la parte norte de la ciudad.
Esta pérdida representa un duro golpe para el presidente Volodimir Zelenski y sus fuerzas, ya que Vugledar ha sido una de las posiciones más disputadas en la línea del frente oriental. No obstante, Ucrania sigue resistiendo en otras áreas y continúa recibiendo apoyo militar de Occidente.
El izamiento de la bandera rusa en Vugledar puede considerarse uno de los mayores logros del Kremlin en su campaña por dominar el este de Ucrania. El antecedente más cercano a esta victoria fue la captura de Avdivka a principios de este año, otra ciudad clave en las afueras de Donetsk. Desde el comienzo de la guerra, Rusia ha realizado múltiples ataques contra Vugledar, que desde marzo de 2022 se ha convertido en uno de los grandes objetivos militares en el Donbás.
La ciudad, ubicada estratégicamente cerca de la región minera de Donetsk, es crucial para el control de las rutas de suministro y la defensa de las posiciones rusas en la región.
El panorama para Ucrania en el frente oriental sigue siendo complicado. Según informes de medios estadounidenses, Kiev podría perder el control de Pokrovsk en las próximas semanas, lo que profundizaría la crisis en el este del país. Ante esta difícil situación, el presidente Zelenski ha intensificado sus pedidos a Estados Unidos para que autorice el uso de misiles de largo alcance contra objetivos dentro del territorio ruso, una solicitud que refleja la creciente desesperación por la situación en el campo de batalla.
A pesar de las pérdidas territoriales recientes, Ucrania sigue contando con el apoyo de las potencias occidentales, especialmente en lo que respecta a la entrega de armamento avanzado. No obstante, la guerra ha entrado en una fase cada vez más incierta, y las presiones diplomáticas para buscar una solución negociada al conflicto se han intensificado en los últimos meses.
El Kremlin, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la ocupación de los territorios del Donbás, mientras que las fuerzas ucranianas continúan su lucha por recuperar el terreno perdido en el este.
