Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

Es crucial reflexionar sobre los desafíos que enfrentan muchas personas en relación con su imagen corporal y la salud mental. Argentina ocupa el segundo lugar a nivel mundial en casos de TCA, lo que destaca la importancia de abordar este tema de manera integral.

Los TCA son trastornos mentales caracterizados por una percepción distorsionada de la propia imagen corporal, patrones de alimentación alterados y una preocupación excesiva por el peso. La presión social, especialmente a través de las redes sociales, contribuye a la inseguridad y la búsqueda constante de cumplir con estándares poco realistas de belleza.

La nutricionista Agostina Yañez, comento a los nuevos periodistas donde destaco que, aunque la moda actual es centrarse en la salud, esta tendencia puede volverse problemática cuando las conductas se vuelven obsesivas. La relación compleja con la comida se agrava con la proliferación de alimentos ultraprocesados y la publicidad de comida chatarra, generando una «sed de procesados» que puede contribuir a los TCA.

Dentro de los TCA, la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son los más frecuentes. La bulimia nerviosa, caracterizada por atracones seguidos de purgas, está vinculada a una sensación momentánea de felicidad seguida por culpa y pensamientos negativos, lo que lleva a conductas purgativas.

Es crucial abordar estos trastornos desde una perspectiva integral que incluya tanto la salud física como la mental. La conciencia, la educación y el acceso a recursos de apoyo son fundamentales para superar los desafíos asociados con los TCA y fomentar una relación saludable con la alimentación y el cuerpo.

Signos de alerta.

Es importante prestar especial atención a los signos de alerta. Identificar el problema cuanto antes es fundamental para garantizar la salud.

Entre las señales más comunes, la nutricionista Astezano enumera:

• Las exclusiones de algunos tipos de alimentos (los más frecuentes son las harinas, papa, grasas, carnes y golosinas).
• Evitar reuniones donde habrá comida de todo tipo.
• Ir al baño inmediatamente después de terminar de comer.
• Comer grandes cantidades de comida en pocos minutos.
• Autochequeo constante al espejo.
• Realización de actividad física con una frecuencia altamente elevada.
• Presencia de callos en los nudillos (por la provocación de vómitos).
• Erosiones dentales y caries frecuentes.
• Palidez.
• Amenorrea (dejar de menstruar).