Trágico temporal en Valencia: el dramático relato de los argentinos atrapados en la tormenta
La Comunidad Valenciana, en España, ha sido devastada por un histórico temporal que dejó al menos 92 víctimas mortales y sumió a la región en el caos. DANA, el fenómeno natural responsable de la catástrofe, descargó una cifra récord de 400 milímetros de lluvia en menos de 24 horas, arrastrando barrios enteros y aislando a varios pueblos. En esta zona residen cerca de 4,000 argentinos, quienes relatan el horror y la incertidumbre que se vive tras el paso del temporal.
Soledad Peiró, argentina de 33 años oriunda de Tucumán y residente en Valencia desde hace cinco años, describió la gravedad de la situación: «Los accesos a la ciudad colapsaron, hay autos y camiones tirados por todos lados», explicó en diálogo con La Nación. El gobierno español ha pedido a los ciudadanos no salir de sus hogares, salvo en caso de extrema necesidad.
Luis Caldani, rosarino que vive hace cuatro años en la ciudad, contó cómo 50 personas quedaron atrapadas en su lugar de trabajo y pasaron la noche allí. «Quisimos llevarles provisiones, pero las autopistas estaban cerradas y los supermercados ya casi vacíos, había un ambiente de paranoia generalizada», relató.
Sofía Demarco, otra argentina residente en Sedaví, un municipio de Valencia, detalló el momento de la inundación: «En cinco minutos, la ciudad se vino abajo. Mis vecinos en planta baja intentaban escapar de sus casas porque el agua no paraba de subir y nadie sabía hasta dónde llegaría».
La situación es aún más crítica en Alacuás, donde Adrian Vagnozzi, quien trabaja para la Asociación de Discapacitados de Torrent, contó cómo el centro se convirtió en refugio para los damnificados, junto al polideportivo local. Según Vagnozzi, «a las once y media de la noche se cortó la luz y una tromba de agua de un metro de altura comenzó a bajar por la avenida, golpeando los frentes de los edificios».
Florencia Torres, otra residente argentina, expresó la mezcla de tristeza y enojo que predomina entre los afectados. «Circulan anuncios falsos en redes sobre cortes de luz y agua, y la gente corre a los supermercados. Ya no hay productos en las góndolas, a pesar de que el gobierno asegura que no habrá cortes», explicó.
El devastador temporal que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado una marca profunda y despertado la solidaridad de los locales, aunque también una gran desolación.