Tragedia en Columbia, Illinois: Familia Coleman estrangulada.

En una impactante historia de horror, una madre y sus dos hijos fueron encontrados estrangulados en su hogar de Columbia, Illinois. El esposo y padre de la familia, Chris Coleman, fue el primero en descubrir la escena macabra. Mientras los investigadores intentaban descifrar el misterio detrás de este triple homicidio, las paredes de la casa estaban decoradas con mensajes perturbadores en aerosol rojo.

La mañana del terror.

En la madrugada del 5 de mayo de 2009, Chris Coleman, un marino y especialista en seguridad de 32 años, regresó a su hogar después de su rutina de gimnasio, solo para descubrir que su esposa Sheri (31) y sus hijos Garrett (11) y Gavin (9) habían sido asesinados. Sus cuerpos yacían con señales de estrangulación en diferentes habitaciones de la casa.

Los inquietantes mensajes en aerosol.

Los investigadores, al adentrarse en la casa, se encontraron con enormes letras rojas pintadas en las paredes. Mensajes escalofriantes como «Yo siempre estoy mirando», «han pagado» y «castigado» decoraban las fotos familiares. La escena era un cuadro de pesadilla que dejó a todos conmocionados.

Las amenazas que antecedieron a la tragedia.

Antes de la masacre, la familia había sido objeto de amenazas anónimas a través de correos electrónicos y mensajes en su buzón de correo. Chris Coleman había pedido ayuda a un amigo policía, Justin Barlow, quien había instalado medidas de seguridad en la propiedad. Las autoridades no lograron rastrear al autor de las amenazas en ese momento.

El pasado de la familia Coleman.

Chris Coleman proviene de una familia estrictamente evangélica y se unió a la infantería de marina después de la secundaria. Conoció a Sheri en la fuerza aérea y juntos formaron una familia aparentemente perfecta, a pesar de la resistencia inicial de los padres de Chris hacia la relación.

El ascenso y la doble vida de Chris.

Chris tenía un trabajo bien remunerado como jefe del equipo de seguridad de la famosa pastora Joyce Meyer, lo que lo llevaba a viajar frecuentemente. Sin embargo, sus viajes y su relación con una amiga de Sheri, Tara Lintz, lo llevaron por un camino oscuro. Planeaba divorciarse de Sheri para estar con Tara, pero temía perder su empleo debido a su relación con la estricta Joyce Meyer.

La caída de un engaño mortal.

La investigación reveló pruebas incriminatorias que apuntaban a Chris Coleman como el autor de los asesinatos. Mensajes de texto, correos electrónicos y pruebas forenses indicaron que había estado planeando el asesinato de su familia durante seis meses. La autopsia situó las muertes antes de que Chris saliera de casa para ir al gimnasio, desmoronando su coartada.

El juicio y la condena.

Chris Coleman fue arrestado en mayo de 2009 y sometido a juicio en abril de 2011. El jurado lo declaró culpable después de 15 horas de deliberación, y el juez lo condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El impacto en las familias.

La madre de Sheri y los amigos de la familia lucharon por encontrar respuestas a este acto de maldad insondable. Los cuerpos de Sheri, Gavin y Garrett fueron trasladados a un nuevo cementerio, lejos de la influencia de Chris.

El persistente clamor de inocencia.

Chris Coleman ha mantenido su inocencia desde la prisión, alegando que las pruebas en su contra fueron fabricadas. A pesar de su condena, sus padres siguen defendiendo su inocencia, lo que agrega otro giro a esta trágica historia.