Tragedia ambiental en Chubut: Más de 70 ballenas muertas en las costas de Península Valdés
La comunidad de Chubut y el mundo ambientalista están conmocionados ante la noticia de que más de 70 ballenas han sido encontradas muertas en las costas de Península Valdés en lo que va de este año. Este alarmante número representa un fuerte incremento respecto al año pasado, cuando se registraron 30 muertes, y ha puesto en alerta a las autoridades y expertos, quienes investigan las causas de estas muertes masivas de cetáceos.
Según Gabriela Bellazzi, presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides, la causa principal podría estar relacionada con la “marea roja”, un fenómeno natural de proliferación de algas tóxicas. “Son floraciones algales nocivas que generan sustancias naturalmente tóxicas; cuando alcanzan altas concentraciones, pueden afectar la salud de varios animales, incluso de las personas”, explicó Bellazzi. Ante esta situación, las autoridades han pedido a los habitantes y turistas que eviten acercarse a los restos de las ballenas para prevenir posibles problemas de salud.
La Península Valdés, famosa por ser un santuario de ballenas Franca Austral, había registrado un récord de 1.500 ejemplares este año, un hecho que ahora se ve opacado por la tragedia ambiental que afecta la zona. Diversas entidades, como la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial y el municipio de Puerto Pirámides, trabajan en conjunto para retirar los cuerpos de los cetáceos, tarea que resulta compleja debido al tamaño de estos mamíferos y a las dificultades de acceso en ciertas áreas de la costa.
El fenómeno ha provocado quejas de los vecinos por los fuertes olores que emanan de los cuerpos varados. Además, los operadores de avistaje de ballenas y organizaciones de conservación trabajan en la evaluación de los daños y en medidas para proteger a la población restante de ballenas.
Mientras continúan las investigaciones, los científicos y organizaciones ambientalistas intentan encontrar formas de mitigar este problema para que el imponente paisaje de Península Valdés siga siendo un refugio seguro para las ballenas.
