Tensión en el sector aéreo: Caputo y Francos se reúnen con representantes de Gol en Casa Rosada y anuncian diálogos con JetSmart y Flybondi

El conflicto en torno a Aerolíneas Argentinas continúa escalando en medio de tensiones entre el gobierno de Javier Milei y los gremios aeronáuticos. Este viernes, funcionarios clave del gobierno se reunieron en la Casa Rosada con representantes de la aerolínea brasileña Gol, sugiriendo la posibilidad de ceder parte de las operaciones de la aerolínea de bandera a una compañía privada en caso de que los paros y medidas de fuerza continúen. La reunión, encabezada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, marca el inicio de conversaciones formales sobre la intervención de aerolíneas extranjeras en el sector aéreo argentino.

En respuesta a las huelgas y demandas salariales de los sindicatos, el gobierno de Milei ha manifestado su disposición a traspasar el control de las operaciones de Aerolíneas Argentinas a otras empresas del sector. Entre las opciones que se están explorando, además de Gol, se han mencionado las aerolíneas JetSmart y Flybondi, en un intento de buscar soluciones alternativas y evitar la paralización del transporte aéreo en el país.

La reunión se desarrolló en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada, donde los funcionarios argentinos dialogaron con Alberto Fajerman, asesor del CEO de Gol. Aunque el encuentro se mantuvo inicialmente en reserva, el gobierno posteriormente difundió una imagen oficial y emitió un comunicado en el que reafirmaba su postura crítica hacia los sindicatos, especialmente la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), liderada por Pablo Biró, uno de los promotores de las medidas de fuerza.

Un escenario de presión y medidas drásticas

La estrategia del gobierno de Milei parece estar dirigida a ejercer presión sobre los sindicatos, particularmente ante la inminente fecha límite del 17 de octubre, cuando expira el plazo para nombrar a los nuevos gerentes de operaciones y seguridad operacional de Aerolíneas Argentinas. El mensaje desde el Ejecutivo es claro: si los sindicatos no ceden en sus demandas y continúan con los paros, se procederá a implementar soluciones unilaterales, como la cesión de operaciones a compañías privadas.

La oferta salarial del gobierno, que hasta el momento ha sido del 11%, no ha sido suficiente para apaciguar las tensiones. Los trabajadores, a través de los gremios, han reclamado un incremento cercano al 80%, y de los cinco sindicatos involucrados en la disputa, solo dos —la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) y la Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA)— han aceptado la oferta gubernamental, lo que representa alrededor del 30% de la plantilla de empleados.

La posible intervención de Gol Airlines

Gol, la aerolínea más grande de Brasil y una de las principales compañías de bajo costo en América Latina, se ha convertido en un actor clave en estas negociaciones. La empresa forma parte del Grupo Abra, junto con Avianca, lo que la posiciona como una opción sólida para intervenir en el mercado aéreo argentino, en caso de que el gobierno decida avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas.

Las conversaciones con Gol y otras aerolíneas como JetSmart y Flybondi se enmarcan dentro de una estrategia más amplia del gobierno para reformar el sector aerocomercial del país. En paralelo, el oficialismo está impulsando un proyecto de ley en el Congreso, presentado por Hernán Lombardi, diputado del PRO, que busca concretar la privatización de Aerolíneas Argentinas, un tema que ha generado divisiones en la opinión pública y dentro del propio gobierno.

El trasfondo político y los desafíos futuros

El conflicto no solo tiene implicaciones económicas y laborales, sino que también ha adquirido un cariz político. La decisión del gobierno de Javier Milei de enfrentarse a los sindicatos y buscar alternativas privadas para gestionar Aerolíneas Argentinas ha generado tensiones tanto dentro como fuera del país. La privatización de la aerolínea de bandera ha sido un tema recurrente en las discusiones políticas en Argentina durante años, y cualquier intento de avanzar en esta dirección puede desencadenar reacciones de diversos sectores.

Además, el gobierno de Milei ha intentado evitar una confrontación directa con el papa Francisco, quien ha criticado públicamente algunas de las medidas adoptadas por el Ejecutivo, como el uso de gas pimienta en manifestaciones. Aunque el gobierno ha evitado escalar públicamente el conflicto con el pontífice, existe malestar en Balcarce 50 por estas críticas.

De cara al futuro, la relación entre el gobierno, los sindicatos y las empresas privadas del sector aerocomercial se perfila como un tema central en la agenda política y económica de Argentina. Con la fecha del 17 de octubre acercándose rápidamente, y con el apoyo de aerolíneas extranjeras en la mesa de negociaciones, las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo del conflicto y el futuro de Aerolíneas Argentinas