Tensión en Bangladesh: Continúa el toque de queda mientras los militares se ven desbordados por los manifestantes
Desde hace una semana, Bangladesh está sumido en un caos que ha dejado más de 115 muertos y miles de heridos. Las protestas, desencadenadas por la reimplementación de una controvertida ley de cupos en el empleo público, han llevado al gobierno a imponer un toque de queda en un intento por restaurar el orden. Sin embargo, las medidas de represión han sido intensas, con el uso de gases lacrimógenos y municiones reales por parte de la policía, mientras los manifestantes responden con ladrillos y vehículos incendiados. La situación en Bangladesh se agrava por el alto desempleo juvenil y las críticas internacionales hacia las acciones gubernamentales.
Las manifestaciones surgieron tras la decisión de la Corte Suprema de reinstaurar una ley de 1971 que reserva el 30% de los empleos públicos para los familiares de los veteranos de la guerra de independencia, una medida que se había derogado en 2018. En un país con 170 millones de habitantes y un alto desempleo juvenil, esta decisión ha sido percibida como injusta y discriminatoria, favoreciendo a sectores acomodados de la sociedad.
En respuesta a las protestas, el gobierno ha implementado un toque de queda y ha cortado el acceso a internet, aislando al país del resto del mundo. Pese a estas medidas, las protestas no han cesado. La policía, desbordada por la magnitud de las manifestaciones, ha recurrido al uso de la fuerza para dispersar a los manifestantes. Los enfrentamientos más violentos se han registrado en el barrio de Rampura, en la capital Daca, donde la policía ha abierto fuego contra los civiles.
La comunidad internacional ha condenado la represión violenta de las protestas. Grupos de derechos humanos han criticado el corte de internet y el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades. La Unión Europea ha expresado su preocupación por la situación en Bangladesh, instando al gobierno a buscar una solución pacífica al conflicto.
Testimonios de los Manifestantes
Nazrul Islam, uno de los manifestantes, declaró a la AFP: «Nos disparan como si fuéramos pájaros, hay anarquía en este país». Esta declaración refleja el sentimiento de desesperación y frustración entre los manifestantes, que ven en la reimplementación de la ley de cupos una grave injusticia.
Además de los 115 muertos, las protestas han dejado cientos de heridos, tanto entre los manifestantes como entre las fuerzas de seguridad. El portavoz policial, Faruk Hossain, informó que unos 150 agentes resultaron heridos, mientras que otros 150 necesitaron tratamiento ambulatorio. La violencia y el caos han llevado a un deterioro significativo en la seguridad nacional.