Tato Bores: El inolvidable icono del humor Político.

Hoy se cumplen 28 años desde el fallecimiento de Mauricio Rajmín Borensztein, mundialmente conocido como Tato Bores, un gigante del humor político argentino que dejó una huella imborrable en la cultura del país. Conocido como el «Actor Cómico de la Nación», Tato Bores no solo hizo reír a varias generaciones sino que también se convirtió en una fuente invaluable para entender la compleja realidad argentina.

Nacido el 27 de abril de 1927 en Buenos Aires, en una familia judía de clase media, Tato Bores tuvo que enfrentar tanto la crisis económica mundial de la época como la discriminación persistente. A pesar de abandonar los estudios a los 15 años para trabajar, su vida dio un giro inesperado cuando debutó como cómico en la despedida de soltero del músico Santos Lipesker. Este evento marcó el inicio de una carrera que abarcó más de 50 años.

Con un estilo único y sagacidad, Tato Bores se convirtió en un referente del humor político. Su habilidad para decir lo que nadie se atrevía a expresar se destacó especialmente durante la era del menemismo, donde sus comentarios críticos, pero sutiles, cautivaron a la audiencia. Colaborando con los mejores guionistas de cada época, Bores renovó el lenguaje del humor político, llevando los monólogos a una velocidad increíble y creando escenas imaginarias entre los personajes del momento.

Su consagración máxima llegó a través de la televisión, participando en el ciclo «La familia GESA se divierte» desde 1957. Bores fue reconocido como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1992, aunque enfrentó la censura de uno de sus monólogos ese mismo año. Su último ciclo televisivo fue «Good Show» en 1993, después de lo cual una operación de hernia de disco le impidió regresar al trabajo.

Imposibilitado de trabajar por problemas de salud, Tato Bores se retiró a Punta del Este por un tiempo y luego regresó a Buenos Aires, donde finalmente falleció rodeado de su familia. Su legado perdura, y sus monólogos continúan siendo una referencia para comprender la historia y la idiosincrasia argentina. La Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (APTRA) lo premió con el Martín Fierro al Mejor Actor Cómico en 1960.