Rusia y China responden a la OTAN con maniobras navales sin precedentes
En respuesta a ejercicios militares de la OTAN cerca de sus fronteras, Rusia y China iniciaron las maniobras «Okean-2024», las mayores desde la caída de la URSS, involucrando a más de 400 buques y 120 aviones. El presidente ruso, Vladímir Putin, subrayó la importancia de estas maniobras en el mar de Japón, destacando que replican condiciones de combate reales. Mientras tanto, Estados Unidos y Japón observan con cautela el fortalecimiento militar entre ambas naciones, preocupados por las tensiones geopolíticas crecientes.
La OTAN, liderada por Estados Unidos, ha intensificado su presencia militar en Europa del Este, con maniobras que se extienden a países como Finlandia, Eslovaquia y Letonia, provocando una respuesta contundente de Moscú y Pekín. Putin, durante su intervención, mencionó a Estados Unidos en varias ocasiones, acusando al país norteamericano de buscar una «derrota estratégica» para Rusia usando a Ucrania como herramienta. Estas declaraciones se produjeron en un contexto de alta tensión debido a la guerra en Ucrania, donde Rusia sigue siendo criticada por la comunidad internacional.
El líder ruso destacó que las Fuerzas Armadas de Rusia deben estar preparadas para repeler cualquier amenaza militar en sus fronteras, especialmente en el Ártico y la región del Pacífico. Japón, que se encuentra observando de cerca estas maniobras, expresó su preocupación por las implicaciones de la cooperación militar entre China y Rusia, calificando estos movimientos como un posible riesgo para su seguridad regional.
Colaboración Militar Creciente entre Rusia y China
Uno de los aspectos más importantes de estas maniobras es la colaboración militar cada vez más estrecha entre Rusia y China. Esta relación ha sido un pilar clave en la estrategia de Moscú para contrarrestar las sanciones económicas y el aislamiento diplomático promovido por Occidente tras la invasión de Ucrania en 2022. Pekín, por su parte, ha utilizado su influencia para formar un frente común contra las políticas de contención que Estados Unidos ha implementado en Asia-Pacífico.
Las maniobras navales «Okean-2024» implican la participación de cuatro buques y quince aviones de la Armada y la Aviación de China, destacando el compromiso de Pekín en esta colaboración militar. Estos ejercicios no solo buscan demostrar la capacidad de ambos países para realizar operaciones conjuntas, sino también enviar un mensaje de unidad ante la creciente presencia militar de Estados Unidos en regiones estratégicas como el Mar del Sur de China y el Ártico.
Implicaciones para la Seguridad Internacional
Los ejercicios «Okean-2024» han generado preocupación entre varios países, especialmente Japón y Estados Unidos, quienes ven en estos movimientos una posible escalada militar. El portavoz japonés, Yoshimasa Hayashi, señaló que Rusia está llevando a cabo actividades militares activas cerca de las costas de Japón, mientras sigue involucrada en la guerra de Ucrania. Esto, según el gobierno japonés, subraya el fortalecimiento de las relaciones militares entre Rusia y China, y plantea interrogantes sobre las futuras intenciones de ambos países en la región.
Estados Unidos, que también está observando de cerca estas maniobras, ha reiterado su compromiso de mantener una presencia militar en Asia-Pacífico para contrarrestar cualquier intento de desestabilización por parte de China y Rusia. En los últimos años, Washington ha reforzado sus alianzas militares en la región, incluyendo acuerdos de defensa con Japón, Corea del Sur y Filipinas, lo que ha sido percibido por Moscú y Pekín como una amenaza directa a su seguridad nacional.