septiembre 17, 2024

Rusia golpea a YouTube: Ralentización y bloqueo de canales rusos

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En una movida de gran impacto en la esfera digital, Rusia ha decidido ralentizar significativamente la velocidad de YouTube como represalia por el bloqueo de más de 200 canales rusos en la plataforma. Esta medida fue anunciada por Alexandr Jinshtéin, presidente del comité parlamentario para política informativa de la Duma rusa, y es una respuesta directa a lo que Moscú percibe como una política antirrusa por parte de YouTube.

La decisión de ralentizar YouTube hasta en un 70% no es fortuita. La tensión entre Rusia y plataformas occidentales ha ido en aumento, especialmente desde el inicio de la guerra en Ucrania. La narrativa oficial rusa ha sido restringida en varias plataformas, lo que ha llevado a represalias por parte del Kremlin. Esta medida afectará principalmente a los usuarios de ordenadores de mesa y no a aquellos que utilizan dispositivos móviles, algo que Jinshtéin subrayó para minimizar el impacto en la población rusa durante el verano.

Detalles de la Medida

El presidente del comité parlamentario para política informativa anunció que la velocidad de descarga de YouTube en ordenadores de mesa podría reducirse en un 40% antes del fin de la semana, y en un 70% para la siguiente. La intención declarada es castigar a la administración de YouTube por lo que Rusia considera una violación de sus leyes y una política antirrusa continuada.

Jinshtéin explicó que la degradación del servicio está dirigida a la administración de YouTube y no a los usuarios rusos. Sin embargo, la medida busca enviar un mensaje claro sobre la capacidad del estado ruso de tomar acciones concretas contra lo que perciben como agresiones digitales.

La medida de ralentización se presenta como una consecuencia directa de la eliminación sistemática de canales de personalidades públicas rusas, incluidas figuras del periodismo, el arte y la política, cuyas posturas difieren del punto de vista occidental. Para Moscú, la decisión de YouTube de bloquear estos canales es una clara muestra de censura y una violación de la libertad de expresión.

Rusia ha dejado claro que el futuro de YouTube en el país dependerá de si la plataforma cambia su política y respeta las leyes rusas. De lo contrario, se advierte de posibles medidas más severas, incluidas prohibiciones completas. Mientras tanto, Rusia ha estado desarrollando y promocionando alternativas nacionales como Rutube y VK Video, que se presentan como sustitutos viables a YouTube.

La comunidad internacional ha observado esta medida con gran preocupación. El bloqueo y ralentización de una plataforma global como YouTube por parte de un estado tiene implicaciones serias para la libertad de expresión y la libre circulación de información. Países occidentales y organizaciones de derechos humanos han criticado duramente la medida, calificándola de represiva y autoritaria.

Este movimiento de Rusia puede ser visto también como un precedente peligroso. Si otros países deciden seguir el ejemplo ruso, podríamos ver una fragmentación aún mayor del internet global, con diferentes naciones estableciendo controles y restricciones sobre el acceso a información y servicios en línea.

A pesar de las afirmaciones de Jinshtéin de que la medida no está dirigida a los usuarios rusos, la ralentización de YouTube tendrá un impacto significativo en la experiencia de los usuarios. La mayor parte de la población accede a la plataforma para entretenimiento, información y comunicación, y una reducción drástica en la velocidad de carga afectará negativamente su uso diario.

Además, esta medida podría empujar a más usuarios hacia las plataformas nacionales promovidas por el estado, consolidando aún más el control del gobierno sobre el flujo de información dentro de sus fronteras. La dependencia de estas plataformas puede limitar la exposición de los ciudadanos a perspectivas e información no alineadas con la narrativa oficial.

La promoción de alternativas como Rutube y VK Video es parte de una estrategia más amplia del gobierno ruso para desarrollar una infraestructura digital autosuficiente y menos dependiente de servicios extranjeros. Esto se alinea con los esfuerzos del Kremlin para asegurar su soberanía digital y proteger sus intereses de lo que perciben como intervenciones extranjeras hostiles.

El desarrollo y la adopción de estas plataformas nacionales no solo fortalecen el control del gobierno sobre la información, sino que también crean oportunidades económicas para el sector tecnológico local. Sin embargo, la eficacia de estas plataformas en competir con gigantes globales como YouTube aún está por verse.

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