Ruanda expande el riego con energía solar.
Jerome Hitayezu, Jefe del Programa de Riego de la Junta de Desarrollo de Recursos Agrícolas y Animales (RAB) de Ruanda, anunció que más de 1,050 hectáreas se agregarán al sistema de riego a pequeña escala con energía solar el próximo año. Esta medida busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a la agricultura a adaptarse a la sequía.
Subsidios del gobierno para la transición energética.
Actualmente, el gobierno de Ruanda ha subsidiado proyectos de riego con energía solar en 646 hectáreas. Además, se mencionaron planes para promover esta práctica en 1,050 hectáreas adicionales en el próximo año. A pesar de los avances, muchos agricultores aún dependen de bombas diésel para el riego a pequeña escala.
Inversiones necesarias y metas climáticas de Ruanda.
Para alcanzar la meta de reducir el 10% de las emisiones para 2030, Ruanda estima que se necesitan $280 millones de inversión hasta 2030. Este financiamiento se destinará no solo al riego solar, sino también al desarrollo de cultivos resistentes al clima y la expansión de seguros para cultivos y ganado. La inversión provendrá del gobierno, sector privado y fuentes externas.
Objetivos de energía renovable y compromiso en la COP28.
En la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Ruanda se comprometió a triplicar la capacidad de generación de energía renovable, incluyendo la solar, hasta al menos 11,000 GW para 2030. Esto sigue la Declaración de Nairobi de la Cumbre Africana sobre el Clima y respalda el objetivo de que el 60% de la energía de Ruanda provenga de fuentes renovables para 2030.
Ruanda y la transición justa hacia energías renovables en África.
En la COP28, se discute la transición inevitable de los combustibles fósiles a las energías renovables. Ruanda, junto con otros países africanos, aboga por una transición justa que permita el desarrollo económico y la provisión de energía a través de combustibles fósiles, especialmente gas, antes de reinvertir en energías verdes. La argumentación se basa en la oportunidad que se dio a los países desarrollados para industrializarse mediante el uso de fósiles.
Desde la Cumbre, Ruanda está liderando el cambio hacia energías renovables, con el 40% de su energía proveniente de hidroeléctricas y un objetivo ambicioso del 60% de energía renovable para 2030.