Revivir los bosques: El esfuerzo por la recuperación forestal

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En un contexto de creciente preocupación por la crisis ambiental, la restauración de bosques ha emergido como una estrategia crucial para mitigar los efectos del cambio climático y proteger la biodiversidad. Los bosques no solo actúan como sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono y regulando el clima global, sino que también albergan una vasta cantidad de especies que dependen de estos ecosistemas.

Cada año, el planeta pierde aproximadamente 10 millones de hectáreas de bosques, un área equivalente al tamaño de Corea del Sur, según la FAO. Esta deforestación y degradación no solo exacerban el cambio climático, sino que también amenazan la biodiversidad, poniendo en peligro a innumerables especies de flora y fauna.

En Argentina, entre 1998 y 2018, se deforestaron más de 6,5 millones de hectáreas de bosques nativos. Esta pérdida significativa ha llevado a diversas iniciativas de restauración forestal en el país, destacándose proyectos como el liderado por el Grupo de Genética Forestal del INTA de Bariloche en la región de Neuquén.

El Grupo de Genética Forestal del INTA Bariloche ha implementado un proyecto vital para la recuperación de los bosques degradados en Neuquén, específicamente en el paraje Riscos Bayos, cercano a Loncopué. Aquí se encuentra una población relictual de ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis), un pequeño bosque que sobrevivió a las últimas glaciaciones y enfrenta condiciones ambientales extremadamente adversas con precipitaciones anuales de solo 246 milímetros.

Para abordar esta problemática, el INTA ha plantado 56 cipreses utilizando semillas de su banco de germoplasma forestal. Mario Pastorino, investigador del Grupo de Genética Forestal del INTA Bariloche, explicó que las semillas utilizadas fueron cosechadas en 2002 y preservadas cuidadosamente, permitiendo su germinación y crecimiento en el vivero experimental del INTA Bariloche. Tras tres años de cuidados, estos cipreses fueron plantados en Riscos Bayos en abril de 2024.

La plantación de cipreses en Riscos Bayos no estuvo exenta de desafíos. Uno de los principales obstáculos fue la disponibilidad de semillas adecuadas, ya que no todos los años los árboles producen suficientes semillas. El banco de semillas del INTA jugó un papel crucial en este aspecto, permitiendo la recolección, oreado, limpieza y almacenamiento en condiciones controladas de las semillas, asegurando su viabilidad para el proyecto de restauración.

El proceso de germinación comenzó en 2021, y tras tres años de cuidado en el vivero, las plantas fueron trasladadas a su entorno natural. «Veintidós años después, los particulares genes de Riscos Bayos volvieron a casa», celebró Pastorino, destacando el éxito de este esfuerzo de restauración.

Esfuerzos Globales de Restauración Forestal

A nivel mundial, diversos proyectos de restauración de bosques han demostrado ser efectivos en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. Algunos ejemplos notables incluyen:

  • Proyecto de Restauración del Bosque Atlántico en Brasil: Con el objetivo de restaurar 15 millones de hectáreas para 2050, este proyecto mejora la biodiversidad y proporciona servicios ecosistémicos críticos.
  • La Gran Muralla Verde en África: Una iniciativa panafricana para plantar una franja de árboles de 8,000 kilómetros de largo y 15 kilómetros de ancho a lo largo del Sahel, combatiendo la desertificación y mejorando la seguridad alimentaria.
  • Restauración de Manglares en Filipinas: Proyectos que protegen contra tormentas, estabilizan la costa y apoyan la biodiversidad marina.
  • Proyecto Eden en Madagascar: Involucra a las comunidades locales en la plantación de árboles para la reforestación y restauración de manglares.
  • Programa de Reforestación en Costa Rica: Gracias a políticas de pago por servicios ambientales y promoción de la reforestación, la cobertura forestal en Costa Rica se ha duplicado en las últimas décadas.

La restauración de bosques es esencial no solo para combatir la deforestación y mitigar el cambio climático, sino también para preservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Estos esfuerzos requieren la colaboración entre instituciones de investigación, gobiernos locales y comunidades, así como la implementación de políticas sostenibles y responsables.

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