Revelación inédita: Rusia capacitó a más de 2.000 policías de 13 países latinoamericanos en Nicaragua
Desde 2017, Rusia ha estado llevando a cabo una operación encubierta para capacitar a miles de policías de 13 países de América Latina en el Centro de Capacitación del Ministerio del Interior de Rusia, ubicado en Managua, Nicaragua. Esta revelación ha generado gran preocupación internacional, especialmente en el contexto de la relación entre Nicaragua y Rusia, marcada por un sólido apoyo del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, hacia el gobierno de Vladimir Putin, en medio de la guerra en Ucrania.
El centro de capacitación en Nicaragua
El embajador ruso en Nicaragua, Alexander Khokhólikov, confirmó que desde 2017 se han capacitado 2.353 oficiales de seguridad de distintos países latinoamericanos en el mencionado centro de entrenamiento, el cual ha sido sancionado por Estados Unidos. Durante un acto de despedida, Khokhólikov calificó esta colaboración como una «labor exitosa» destinada a fortalecer la cooperación en materia de seguridad y orden público en la región.
Este centro ha sido objeto de sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos debido a su presunto uso para actividades de represión y espionaje, según declaraciones de opositores nicaragüenses. La intervención de Rusia en Nicaragua no solo refuerza la influencia de Moscú en América Latina, sino que también plantea interrogantes sobre los verdaderos propósitos detrás de estas capacitaciones.
Cooperación estrecha entre Nicaragua y Rusia
Las relaciones entre Nicaragua y Rusia han sido descritas como «fraternales» y «fortalecidas» por el embajador ruso, quien destacó el apoyo mutuo en momentos críticos, como la pandemia de COVID-19 y las sanciones internacionales impuestas tanto a Rusia como a Nicaragua. Durante su mandato como embajador, Khokhólikov subrayó que trabajó en un contexto internacional adverso, caracterizado por las sanciones del «Occidente colectivo», en referencia a las acciones lideradas por Estados Unidos y la Unión Europea contra ambos países.
El gobierno de Daniel Ortega, uno de los aliados más cercanos de Rusia en América Latina, ha mostrado un fuerte respaldo a la invasión rusa en Ucrania. Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente y de la vicepresidenta Rosario Murillo, calificó la guerra como una «operación por la paz mundial» y la justificó como una lucha contra el nazismo y el fascismo, eco de la narrativa promovida por el Kremlin para justificar sus acciones en Ucrania.
Sanciones de Estados Unidos y preocupación internacional
En respuesta a esta alianza entre Nicaragua y Rusia, Estados Unidos impuso sanciones a decenas de funcionarios y entidades nicaragüenses, incluidas empresas y el propio Centro de Capacitación del Ministerio del Interior de Rusia en Managua. Washington acusa al régimen de Ortega de atacar los derechos humanos y de estar implicado en la explotación de migrantes.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos justificó estas medidas como un intento de frenar el fortalecimiento de la represión en Nicaragua, así como la cooperación en áreas consideradas sensibles, como la seguridad y el espionaje. Sin embargo, a pesar de las sanciones, el gobierno de Ortega ha mantenido su apoyo incondicional a Rusia, lo que ha consolidado la posición de Moscú en la región.
Capacitación militar y tensiones en la región
El hecho de que más de 2.000 policías de diferentes países de América Latina hayan sido entrenados por Rusia en Nicaragua ha levantado preocupaciones entre los países vecinos y en la comunidad internacional. La capacitación de fuerzas de seguridad en un país sancionado y con estrechos vínculos con el Kremlin sugiere que Rusia está expandiendo su influencia en la región, utilizando a Nicaragua como un puente para llegar a otros países latinoamericanos.
Aunque no se ha revelado una lista completa de los países involucrados en este programa de capacitación, es evidente que la cooperación en materia de seguridad va más allá de la simple colaboración bilateral entre Rusia y Nicaragua, lo que podría tener implicaciones geopolíticas de gran alcance en el hemisferio occidental.
Rusia y su creciente gasto militar
Paralelamente a estas actividades en América Latina, Rusia ha incrementado significativamente su gasto militar, el cual ya representa el 40% del presupuesto nacional. Este aumento en los gastos refleja la necesidad de Moscú de mantener su presencia en múltiples frentes, incluyendo América Latina, mientras enfrenta sanciones económicas y una guerra en Ucrania que sigue siendo costosa tanto en términos humanos como materiales.
Además, se ha reportado que el Ministerio de Defensa de Rusia está recurriendo al reclutamiento de prisioneros para suplir la escasez de soldados en el frente ucraniano. Según el portal de investigación Historias Importantes, se espera que unos 20.000 presos rusos sean enviados a combatir en Ucrania, lo que representa casi el 40% del total de personas en prisión preventiva en el país.