Reino Unido aprueba ley para deportar migrantes ilegales a Ruanda.
El Gobierno británico liderado por Rishi Sunak ha conseguido aprobar una controvertida legislación que permitirá enviar a migrantes en situación irregular a Ruanda, en un movimiento que ha generado un intenso debate y críticas por parte de la oposición y organizaciones de derechos humanos.
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Después de una maratónica sesión en el Parlamento, la ley fue aprobada, marcando un hito en la agenda conservadora de Sunak. Este calificó la ley como «histórica» y destacó su potencial para transformar la dinámica global en torno a la migración.
La ley, parte central del programa conservador, allana el camino para la deportación de migrantes a Ruanda en vuelos programados para despegar en las próximas semanas. Su objetivo es considerar a Ruanda como un país seguro para recibir a aquellos migrantes que cruzaron ilegalmente el Canal de la Mancha.
Este plan, originalmente considerado ilegal por el Tribunal Supremo británico, ha sido objeto de negociaciones y ajustes para finalmente obtener la aprobación parlamentaria. A pesar de las enmiendas propuestas por la Cámara de los Lores, la voluntad de la Cámara de los Comunes ha prevalecido.
Sunak, decidido a hacer avanzar la legislación, impuso un ultimátum a los Lores, advirtiendo que el Parlamento continuaría la sesión hasta lograr la aprobación.
La medida busca disuadir a los migrantes de realizar travesías peligrosas a través del Canal de la Mancha y desmantelar el lucrativo negocio de las bandas criminales que explotan a personas desesperadas por llegar a Inglaterra.
Sin embargo, la aprobación de la ley ha generado críticas por parte del Partido Laborista y organizaciones de derechos humanos. La portavoz de Interior del Partido Laborista, Yvette Cooper, ha calificado el plan migratorio como costoso y ha prometido presentar un plan alternativo si su partido llega al poder en las próximas elecciones.
Organizaciones como Freedom from Torture, Amnistía Internacional y Liberty han expresado su preocupación, señalando que la legislación socava el Estado de derecho y pone en riesgo la protección de las personas contra el abuso estatal.
El debate sobre la migración y la seguridad fronteriza continúa en el Reino Unido, mientras la implementación de esta nueva ley despierta interrogantes y controversia en la sociedad británica.