Rebeldes sirios liberan a cientos de prisioneros de la temida cárcel conocida como el «matadero humano»
En un dramático giro en el conflicto sirio, fuerzas rebeldes lograron liberar a cientos de prisioneros, incluidos niños pequeños, de la infame prisión militar de Saydnaya, conocida como el «matadero humano.» Ubicada en las afueras de Damasco, esta cárcel se convirtió en un símbolo del régimen represivo de Bashar al-Assad, quien ahora ha huido a Moscú tras la caída de su gobierno.
Saydnaya era tristemente célebre por las brutales torturas y ejecuciones secretas que allí ocurrían. Según Amnistía Internacional, entre 2011 y 2016 al menos 13,000 personas habrían sido asesinadas en sus instalaciones. Los testimonios señalan que métodos de tortura como la «prensa de hierro» fueron utilizados para triturar cuerpos mientras la sangre era recolectada en contenedores.
Videos difundidos en redes sociales muestran a los prisioneros, visiblemente demacrados y vestidos con harapos, gritando de júbilo al ser liberados por los rebeldes. Entre los liberados se encontraban mujeres y niños pequeños, quienes habían permanecido encerrados en condiciones inhumanas.
«¡No tengan miedo! ¡Bashar al-Assad ha caído!», gritó un combatiente rebelde mientras intentaba evacuar rápidamente a los prisioneros.
Aunque la prisión fue vaciada parcialmente, aún se reporta que miles de personas permanecen atrapadas en celdas subterráneas que los rebeldes no han logrado abrir. Se han desplegado equipos de emergencia especializados, apoyados por los Cascos Blancos y guías locales, para intentar acceder a estos espacios ocultos.
«Creemos que más de 100,000 personas podrían seguir detenidas», señaló un portavoz rebelde, basándose en imágenes captadas por cámaras de seguridad.
La liberación de los prisioneros ha provocado una mezcla de alegría y desesperación. Familias enteras han acudido a la prisión y a centros de seguridad en busca de seres queridos desaparecidos durante años.
«Esta felicidad no será completa hasta que pueda ver a mi hijo», declaró Bassam Masri, quien busca a su hijo desaparecido desde hace 13 años. Historias similares, como la de Heba, quien busca a su hermano y cuñado, reflejan el dolor de un pueblo marcado por años de represión.
El colapso del régimen de Assad, tras más de cinco décadas en el poder, marca un punto de inflexión en la historia de Siria. La liberación de Saydnaya simboliza el inicio de una nueva etapa, pero también revela las profundas heridas que deberán sanar.
Los sirios ahora enfrentan el reto de reconstruir sus vidas mientras exigen justicia por los horrores cometidos en el «matadero humano» y otras cárceles del régimen.