Rebeldes ingresan a Alepo en un ataque sorpresa: decenas de soldados sirios muertos
En un desarrollo crítico del conflicto en Siria, el ejército confirmó el sábado que rebeldes liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham lograron penetrar en grandes partes de la ciudad de Alepo, controlada por el gobierno, tras un ataque sorpresa que comenzó a principios de esta semana. Este avance insurgente representa el mayor desafío al régimen de Bashar al-Assad en años, sacudiendo las líneas de frente que habían permanecido prácticamente congeladas desde 2020.
Reconocimiento del ejército sirio
En un comunicado oficial, el ejército sirio admitió la magnitud del ataque:
“La gran cantidad de terroristas y la multiplicidad de frentes de batalla llevaron a nuestras fuerzas armadas a realizar una operación de redespliegue destinada a fortalecer las líneas de defensa, preservar las vidas de civiles y soldados y prepararse para un contraataque”, señaló el ejército.
El ataque dejó un saldo de decenas de soldados muertos y obligó al ejército a replegarse para reorganizar sus defensas. A pesar de la ofensiva insurgente, las fuerzas armadas afirmaron que los rebeldes no han logrado establecer posiciones fijas en la ciudad, gracias a los constantes bombardeos aéreos y terrestres sobre sus posiciones.
El papel de Rusia en el conflicto
Rusia, un aliado clave del gobierno de Assad desde que desplegó su fuerza aérea en Siria en 2015, respondió rápidamente al ataque. Según fuentes militares sirias, aviones de guerra rusos y sirios bombardearon posiciones insurgentes en un suburbio de Alepo el sábado.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, condenó la ofensiva rebelde, calificándola como una violación de la soberanía siria y reafirmó el apoyo de Moscú al régimen de Assad:
“Estamos a favor de que las autoridades sirias restablezcan el orden en la zona y el orden constitucional lo antes posible”.
Un regreso violento a Alepo
Este ataque insurgente marca un retorno significativo a Alepo para los rebeldes, casi una década después de que las fuerzas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán, los expulsaran de la ciudad tras una larga y devastadora batalla. Durante los últimos años, Alepo había sido considerada una fortaleza del régimen, pero los recientes avances rebeldes han puesto en evidencia la vulnerabilidad de las posiciones gubernamentales en la región.
La ofensiva ha dejado tras de sí una estela de destrucción:
- Coches envueltos en llamas.
- El humo de los bombardeos cubriendo el horizonte.
- Zonas urbanas reducidas a escombros en medio de los enfrentamientos entre fuerzas insurgentes y gubernamentales.
Imágenes obtenidas de la ciudad muestran combatientes antigubernamentales reunidos en las calles desiertas y cerca de lugares emblemáticos como la histórica ciudadela de Alepo y la Universidad de Alepo, reflejando la gravedad del conflicto en curso.
Un desafío prolongado para Assad
El ataque a Alepo no solo representa un revés militar, sino también un golpe simbólico y estratégico para el régimen de Assad, que había consolidado su control sobre gran parte del país tras años de guerra. Este nuevo desafío subraya la capacidad de los insurgentes para reorganizarse y lanzar ofensivas de gran escala, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas gubernamentales y sus aliados por contenerlos.
El resurgimiento de enfrentamientos en Alepo plantea preocupaciones sobre una nueva ola de desplazamientos y una profundización de la crisis humanitaria en Siria. Alepo, que ya fue devastada durante años de guerra, enfrenta el riesgo de un colapso adicional en sus infraestructuras y servicios básicos, afectando a miles de civiles atrapados en medio del conflicto.