Putin felicita a Lukashenko por 30 años en el poder

El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Alexander Lukashenko por sus tres décadas al frente del gobierno de Bielorrusia. En un telegrama del Kremlin, Putin destacó la historia reciente de Bielorrusia, vinculada al liderazgo de Lukashenko, subrayando los logros sociales y económicos del país bajo su mandato. Resaltó también la elección continua del pueblo bielorruso a Lukashenko en seis ocasiones, señalando su autoridad y popularidad. Pese a la controversia y las acusaciones de autoritarismo, Lukashenko planea presentarse a la reelección en 2025.

Alexander Lukashenko, antiguo director de una granja colectiva, asumió el poder el 20 de julio de 1994. Desde entonces, ha instaurado un régimen autoritario en Bielorrusia, reprimiendo cualquier disidencia mediante el KGB, una institución que conserva su nombre desde la era soviética. A lo largo de estos años, Bielorrusia ha dependido en gran medida del comercio y suministros energéticos de Rusia, aunque las relaciones entre ambos países han pasado por altibajos.

En 2020, tras las controvertidas elecciones presidenciales, se desataron multitudinarias protestas en Bielorrusia contra el supuesto fraude electoral. En este contexto, Putin ofreció su apoyo a Lukashenko para reprimir las manifestaciones, fortaleciendo así la cooperación entre ambas naciones.

Putin subrayó en su mensaje la importancia de la contribución personal de Lukashenko en el desarrollo de relaciones amistosas entre Bielorrusia y Rusia. Destacó también la creación de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia y la promoción de procesos de integración en el espacio eurasiático. El presidente ruso expresó su deseo de continuar el diálogo constructivo y el trabajo conjunto en beneficio de ambos pueblos.

Pese al apoyo de Putin y la cercanía con Rusia, Lukashenko enfrenta críticas tanto internas como internacionales. La oposición en el exilio y varios países occidentales no reconocen su presidencia legítima tras las elecciones de 2020, alegando fraude y represión. Además, Bielorrusia ha sido objeto de sanciones internacionales debido a la violación de derechos humanos y la falta de democracia.

En el ámbito interno, Lukashenko ha mantenido un control férreo sobre el país, reprimiendo cualquier intento de oposición. La economía bielorrusa, aunque beneficiada por los subsidios y el comercio con Rusia, enfrenta desafíos significativos debido a la falta de reformas y la dependencia externa.

A pesar de las dificultades, Lukashenko ha manifestado su intención de presentarse a la reelección en 2025. Su liderazgo, marcado por el autoritarismo y la cercanía con Rusia, sigue siendo un tema de debate tanto en Bielorrusia como en la comunidad internacional. La relación con Putin y el apoyo ruso serán factores cruciales para su futuro político y la estabilidad del país.

La alianza entre Bielorrusia y Rusia tiene implicaciones significativas para la región. La cooperación militar y económica entre ambos países refuerza su posición frente a Occidente, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas. La Unión Estatal Rusia-Bielorrusia simboliza esta alianza estratégica, que busca contrarrestar la influencia occidental en la región eurasiática.

Sin embargo, esta cercanía también genera preocupaciones en países vecinos y en la OTAN, que ven en la relación Bielorrusia-Rusia una amenaza potencial para la seguridad regional. Las maniobras militares conjuntas y la presencia de tropas rusas en territorio bielorruso son vistas como movimientos estratégicos que podrían desestabilizar la región.