septiembre 28, 2024

Putin advierte sobre la implicación directa de la OTAN en la guerra si Ucrania utiliza misiles de largo alcance contra Rusia

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, emitió una contundente advertencia sobre las posibles consecuencias del uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania, con la autorización de la OTAN, contra objetivos en territorio ruso. Según Putin, tal decisión significaría la participación directa de los países de la OTAN en el conflicto, lo que alteraría radicalmente la naturaleza de la guerra que hasta ahora ha involucrado principalmente a Ucrania y Rusia. Esta advertencia subraya las crecientes tensiones entre Moscú y Occidente y el peligroso umbral que representa la intensificación de la guerra.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, la OTAN ha apoyado al país invadido con suministros militares, entrenamiento y asistencia técnica. Sin embargo, hasta ahora, los países de la alianza occidental han sido cautelosos respecto al envío de armamento que pueda ser utilizado para atacar territorio ruso directamente, temiendo que tal medida pueda escalar la guerra a niveles imprevisibles y provocar una respuesta militar rusa contra la OTAN.

En este sentido, la posible autorización para que Ucrania use misiles de largo alcance, como los ATACMS o los Storm Shadow, ha generado preocupación. Estos sistemas pueden golpear objetivos dentro de Rusia, lo que según Putin, implicaría que Occidente está tomando un papel mucho más activo en la guerra, incluso actuando como beligerante directo.

La advertencia de Putin

En una intervención televisada, Putin expresó que «si esa decisión se toma no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos, en la guerra en Ucrania». Según el líder ruso, este paso cambiaría «la misma naturaleza del conflicto», ya que ya no se trataría únicamente de una guerra entre Rusia y Ucrania, sino de un enfrentamiento con los países miembros de la OTAN.

Putin también sugirió que Ucrania carece de la capacidad técnica para utilizar estos misiles de largo alcance sin el apoyo de los datos de inteligencia suministrados por los satélites de Estados Unidos y otros países europeos. Según el mandatario ruso, solo con esta ayuda es posible llevar a cabo los ataques, lo que implica que la OTAN estaría dirigiendo de facto estos bombardeos.

Las preocupaciones de Rusia sobre los ataques a su territorio

No es la primera vez que Putin emite una advertencia de este tipo. En mayo pasado, el presidente ruso ya había advertido contra el uso de armamento occidental para golpear objetivos dentro de Rusia, señalando que los países europeos, en particular, deberían temer las «graves consecuencias» de tales acciones. En ese entonces, aludió a la vulnerabilidad de los pequeños países europeos densamente poblados que podrían sufrir ataques de represalia.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también se sumó a estas advertencias, asegurando que Occidente ya ha permitido hace tiempo que Ucrania ataque territorio ruso con misiles de largo alcance. Lavrov afirmó que los especialistas militares occidentales «coordinan literalmente de manera manual los ataques con armas de alta precisión» que Ucrania emplea contra objetivos en Rusia.

Los ataques recientes y la respuesta de Occidente

En las últimas semanas, los ataques de Ucrania contra objetivos en Crimea, el puente de Kerch y otras infraestructuras clave en territorio ruso han intensificado las tensiones. Kiev ha dejado claro que considera legítimos estos objetivos, ya que forman parte del esfuerzo bélico de Moscú. Sin embargo, para Rusia, estos ataques representan una escalada significativa que justifica represalias más contundentes.

Por su parte, Occidente ha seguido brindando apoyo militar a Ucrania, aunque hasta ahora ha tratado de mantener ciertos límites para evitar que el conflicto se extienda más allá de las fronteras ucranianas. Durante una reciente visita a Kiev, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, discutieron con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la posibilidad de autorizar el uso de misiles de largo alcance. Aunque no se han tomado decisiones definitivas, está claro que las potencias occidentales están considerando opciones para fortalecer la capacidad militar de Ucrania ante la ofensiva rusa.

El papel de la OTAN en la guerra de Ucrania

La OTAN ha mantenido una postura de apoyo firme a Ucrania desde el inicio de la invasión, proporcionando grandes cantidades de armamento defensivo, suministros médicos y ayuda humanitaria. Sin embargo, la alianza siempre ha tratado de evitar una confrontación directa con Rusia, consciente de que un conflicto entre estas dos potencias nucleares podría tener consecuencias devastadoras para Europa y el mundo entero.

Hasta ahora, los líderes de la OTAN han evitado enviar armas que puedan ser percibidas por Moscú como una amenaza directa a su seguridad interna, y han argumentado que Ucrania tiene derecho a defender su territorio, pero dentro de ciertos límites. La autorización para el uso de misiles de largo alcance podría marcar un cambio de estrategia y llevar la guerra a un nuevo nivel de peligrosidad.

Las posibles consecuencias de la escalada

Si finalmente la OTAN autoriza a Ucrania el uso de misiles de largo alcance, es probable que Rusia reaccione con una escalada militar aún mayor. Putin ya ha amenazado con «tomar las correspondientes decisiones» si se produce una mayor amenaza a la seguridad rusa, lo que podría incluir ataques más generalizados contra Ucrania o incluso represalias contra los países que considera responsables.

El uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania también podría provocar una respuesta nuclear por parte de Rusia, si Moscú siente que su territorio está siendo gravemente amenazado. Aunque hasta ahora el Kremlin ha evitado usar armas nucleares en el conflicto, las crecientes tensiones con Occidente y el temor a una derrota militar podrían empujar a Putin a tomar decisiones extremas.

Por otro lado, una intensificación de los ataques ucranianos en territorio ruso también podría llevar a la OTAN a involucrarse más directamente en el conflicto, lo que aumentaría el riesgo de un enfrentamiento directo entre las fuerzas de la alianza y el ejército ruso. Esto podría tener consecuencias catastróficas para la estabilidad de Europa y el mundo entero.

Conclusión

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