Prabowo Subianto: El octavo presidente de Indonesia y sus desafíos en la tercera mayor democracia del mundo
El exgeneral Prabowo Subianto ha asumido la presidencia de Indonesia, un paso que marca un cambio significativo tanto en su carrera como en la política del sudeste asiático. Tras varios intentos fallidos, Subianto finalmente logró conquistar la máxima magistratura del país en las elecciones de 2024, consolidando su posición en la mayor economía de la región y la tercera democracia más grande del mundo, después de la India y los Estados Unidos.
Una victoria electoral tras dos intentos fallidos
Prabowo Subianto, quien acaba de cumplir 73 años, ganó las elecciones presidenciales de febrero de 2024 luego de dos derrotas consecutivas frente al ahora expresidente Joko Widodo, en 2014 y 2019. En esos años, Subianto denunció fraude electoral y se negó inicialmente a aceptar los resultados, lo que tensionó el clima político del país. Sin embargo, su persistencia y su estrategia de alianzas fueron fundamentales para alcanzar finalmente el cargo.
Una de las claves de su triunfo fue su acuerdo con el popular Widodo, quien deja la presidencia con un índice de aprobación del 75 %. Subianto formó una fórmula presidencial con Gibran Rakabuming Raka, el primogénito de Widodo, asegurando una transición política favorable para ambos. Esta colaboración no solo consolidó la victoria del exgeneral, sino que también permitió al expresidente fortalecer su influencia política, allanando el camino para establecer una posible dinastía en el futuro.
Una imagen renovada para un pasado polémico
Durante la campaña, Prabowo Subianto se esforzó por transformar su imagen. Dejó atrás su actitud autoritaria y se mostró más accesible, conectando con los votantes más jóvenes mediante apariciones en videos virales en TikTok. Esta metamorfosis sorprendió a muchos, ya que contrastaba con la figura del militar acusado de participar en violaciones de derechos humanos durante su carrera en el ejército.
A lo largo de su servicio militar, Subianto lideró el cuerpo de élite Korpassus y las fuerzas especiales, y estuvo implicado en abusos en Timor Oriental y Papúa, además del secuestro de activistas prodemocráticos en 1997 y 1998. En 1998, fue expulsado del ejército por desobediencia, y las acusaciones en su contra lo llevaron a un exilio temporal en Jordania, donde expandió sus negocios.
El legado económico y la política internacional
Prabowo llega al poder con una promesa clara: reforzar el crecimiento económico del país y posicionar a Indonesia como un actor clave en la escena global. Con 17.000 islas y vastos recursos naturales, el país ya se destaca en la industria papelera y la extracción de materias primas como carbón y petróleo. Sin embargo, Subianto busca atraer más inversión extranjera, con el objetivo de alcanzar un crecimiento económico anual del 8 % del PIB.
Desde su victoria en febrero, Subianto ha intensificado su participación en foros internacionales y ha realizado visitas estratégicas a China, Japón, Australia y Rusia, en un esfuerzo por mantener la política de no alineamiento de Indonesia y consolidar su liderazgo en la región del sudeste asiático. Esta política de neutralidad se ha mantenido desde la era de independencia del país y sigue siendo fundamental para las relaciones exteriores indonesias.
El peso de la alianza con Widodo
La alianza entre Subianto y Widodo es más que una simple estrategia electoral: representa un movimiento calculado en el que ambos ganan. Mientras Subianto cumple su ambición de llegar a la presidencia, Widodo asegura su legado político al colocar a su hijo como vicepresidente. Esta colaboración, sin embargo, no estuvo exenta de críticas. Los rivales de Subianto denunciaron que el uso de la popularidad de Widodo durante la campaña violaba la ética política y dificultaba la competencia justa en las elecciones.
Prabowo Subianto no solo es un político exitoso; también es uno de los hombres más ricos de Indonesia, con inversiones significativas en sectores clave de la economía. Además, su hermano Hashim Djojohadikusumo es uno de los empresarios más acaudalados del país. Esta concentración de poder político y económico ha despertado preocupaciones sobre los posibles conflictos de interés durante su mandato.