Pedro Sánchez se reúne con Edmundo González Urrutia
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sostenido un encuentro significativo con el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia en el Palacio de la Moncloa, en un contexto de creciente tensión diplomática entre España y Venezuela. Este hecho se produce tras la aprobación en el Congreso español de una moción, impulsada por el Partido Popular (PP), que solicita al Ejecutivo reconocer la victoria de González Urrutia en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio de 2024, aunque con el voto en contra de los socialistas.
El papel de Pedro Sánchez y el Gobierno español
A pesar de la decisión del Congreso, el Gobierno de Sánchez ha mantenido una postura cautelosa respecto al reconocimiento oficial de González Urrutia como ganador de los comicios venezolanos. El Ejecutivo, liderado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha dejado en claro que no se pronunciará de forma individual sobre los resultados electorales en Venezuela, sino que seguirá la postura común de la Unión Europea (UE), que aún reclama la entrega de las actas electorales de los comicios.
El encuentro entre Sánchez y González Urrutia fue a puerta cerrada y ocurrió un día después de que el presidente español regresara de un viaje oficial a China. Fuentes de Moncloa confirmaron que el diálogo se centró en la situación política y humanitaria de Venezuela. Las imágenes distribuidas por la oficina presidencial muestran a ambos líderes, junto con la hija del opositor, Carolina González, conversando en los jardines del Palacio de la Moncloa.
La llegada de González Urrutia a España
Edmundo González Urrutia arribó a Madrid el domingo pasado en un avión de la Fuerza Aérea Española, tras haber pasado unos días en la residencia del embajador español en Caracas. Su salida de Venezuela fue facilitada por el Gobierno español sin aceptar condiciones ni contrapartidas del régimen de Nicolás Maduro, según explicó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Este movimiento ha exacerbado las tensiones diplomáticas, con el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, exigiendo la ruptura de relaciones entre Caracas y Madrid.
La presencia de González Urrutia en España y su reconocimiento como líder legítimo de la oposición venezolana ha generado un intenso debate político. Mientras que el Partido Popular y Vox apoyan su legitimidad, los socialistas y el Gobierno insisten en mantener una posición alineada con los socios europeos. Los nacionalistas vascos, por su parte, fueron clave para que el Congreso aprobara la moción de reconocimiento, rompiendo con el bloque de investidura que apoyó la reelección de Sánchez.
Consecuencias para las relaciones entre España y Venezuela
La cita en la Moncloa tiene lugar en un momento delicado para las relaciones diplomáticas entre ambos países. La presión por parte de sectores de la oposición española para que el Gobierno reconozca a González Urrutia podría agravar aún más las tensiones con Caracas, que ya ha amenazado con romper relaciones de manera definitiva.
Hasta el momento, España ha jugado un papel relevante en la mediación de la crisis venezolana dentro del marco de la UE, defendiendo el diálogo y la búsqueda de una solución pacífica. Sin embargo, el apoyo creciente a González Urrutia por parte de algunas facciones del Parlamento español podría complicar los esfuerzos diplomáticos. Además, la situación en Venezuela sigue siendo crítica, con un gobierno bolivariano que enfrenta sanciones internacionales y una oposición que acusa al régimen de Maduro de fraude electoral.
El agradecimiento de González Urrutia al Gobierno español
A través de un comunicado difundido en sus redes sociales, Edmundo González Urrutia expresó su agradecimiento al Gobierno español por su apoyo en su salida de Venezuela. Su hija Carolina también intervino durante una concentración frente al Congreso español, donde agradeció el respaldo de España en nombre de su padre.
Este encuentro en la Moncloa, si bien no ha derivado en el reconocimiento formal de González Urrutia como presidente de Venezuela, marca un hito en la postura de España respecto a la crisis venezolana y deja abierta la posibilidad de futuros movimientos diplomáticos en una situación que sigue siendo volátil y compleja.
