Pedro Sánchez declarará como testigo en la causa contra su esposa Begoña Gómez

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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido citado a declarar como testigo en el proceso judicial que investiga a su esposa, Begoña Gómez, por supuesta corrupción y tráfico de influencias. Esta citación representa un hito significativo en la política española, marcando la primera vez que un presidente en funciones es llamado a testificar en un caso judicial que involucra a un familiar cercano.

El juez Juan Carlos Peinado, encargado del caso, ha ordenado que Sánchez preste declaración el próximo martes 30 de julio en el palacio de la Moncloa. Esta medida forma parte de la investigación preliminar derivada de una denuncia que acusa a Gómez de haber utilizado su posición para obtener patrocinadores para un máster universitario que dirigía. La citación de Sánchez se considera «conveniente, útil y pertinente» para determinar si existió tráfico de influencias por parte de su esposa.

Gómez ya compareció ante el juez el pasado viernes, pero se negó a responder las preguntas formuladas. Desde que estalló el escándalo, ha mantenido silencio público, mientras que Sánchez ha defendido vehementemente la inocencia de su esposa, calificando las acusaciones como una maniobra política de sus adversarios de la derecha.

La citación de Pedro Sánchez como testigo en este caso judicial tiene profundas implicaciones políticas. En abril, cuando el tribunal abrió la investigación, Sánchez consideró brevemente la posibilidad de dimitir, pero finalmente decidió permanecer en el cargo. La situación recuerda al caso de Mariano Rajoy, quien también fue citado como testigo en 2017 en un caso de corrupción que llevó a la condena de varios miembros de su partido, el Partido Popular.

Sánchez ha argumentado en múltiples ocasiones que la demanda contra su esposa es un intento de desestabilizar su gobierno y desprestigiar al socialismo que él lidera. Esta defensa se enmarca dentro de un contexto político polarizado en España, donde las acusaciones de corrupción son utilizadas frecuentemente como armas arrojadizas entre los partidos.

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