Nuevo cruce en la crisis migratoria en EEUU
El gobernador de Texas, Greg Abbott, aliado de Trump, desafía la autoridad de Biden, acusándolo de causar una crisis migratoria.
En medio de la creciente tensión, el Departamento de Justicia de EE. UU. revivió la disputa con Texas, acusándolo de impedir el ingreso de una patrulla fronteriza a un sector cercano a México. Este enfrentamiento se suma a las discordias sobre el alambre de púas instalado por Texas, prohibido por un tribunal federal en diciembre, salvo en emergencias médicas.
Problemas legales persisten.
A pesar de los intentos del Departamento de Justicia por revocar la sentencia, la Guardia Nacional de Texas ha intensificado la instalación de alambre de púas. Elizabeth Prelogar, asesora jurídica del Gobierno de Biden, afirma que estos nuevos obstáculos impiden efectivamente a la patrulla fronteriza acceder a un tramo de 4 kilómetros, afectando la vigilancia y capacidad de respuesta a emergencias.
Escalada de medidas de Texas.
Prelogar califica la acción de Texas como una «escalada de medidas» para bloquear las operaciones de la patrulla fronteriza. Además, se queja de que la presencia de alambre de púas impide la colocación de camiones móviles de vigilancia, reduciendo la visibilidad y la capacidad de responder a situaciones de emergencia.
En respuesta, Texas ha anunciado que desde abril de 2022 ha enviado a 101,000 solicitantes de asilo a ciudades declaradas «santuarios» para inmigrantes, como Chicago y Nueva York. Estas ciudades, sin embargo, han tomado medidas para limitar la entrada de contingentes debido a problemas para proporcionar asistencia.
Declaraciones polémicas de Abbott y reacción de México.
El gobernador Abbott ha generado controversia al expresar en una entrevista su disposición a utilizar «todas las herramientas y estrategias» excepto disparar a los migrantes. En respuesta, la cancillería mexicana expresó su preocupación y reprobación por cualquier expresión que incite a actos violentos o deshumanice a la comunidad migrante. La tensión en la frontera y las acciones de Texas continúan siendo un punto álgido en la política migratoria estadounidense.
