Nuevo ataque de precisión de Israel en el Líbano: Objetivo, un comandante de Hezbollah
El conflicto entre Israel y Hezbollah sigue escalando con una serie de ataques de precisión por parte del Estado judío. Este jueves 26 de septiembre de 2024, Israel lanzó su cuarto bombardeo en menos de una semana contra Beirut, la capital libanesa, en una ofensiva que tiene como objetivo neutralizar a líderes clave del grupo chií. El ataque más reciente tenía como objetivo al comandante de las fuerzas aéreas de Hezbollah, responsable del programa de drones del grupo militante.
El ataque fue confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), quienes señalaron que el comandante se encontraba en un apartamento en Dahye, una zona al sur de Beirut conocida por ser un bastión de Hezbollah. Según informes de la agencia de noticias libanesa NNA, tres misiles impactaron directamente en el edificio residencial donde estaba el comandante. Hasta el momento, no se ha confirmado si el líder del grupo chií resultó herido o si sobrevivió al ataque.
Bombardeos masivos y una creciente crisis humanitaria
Desde el pasado lunes, las fuerzas israelíes han intensificado sus ataques en el Líbano, especialmente en el sur y el este del país. Las cifras son devastadoras: más de 600 muertos y un millar de heridos. La violencia ha generado una oleada de desplazados, con más de 90.000 personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares para buscar refugio en zonas más seguras.
El Líbano, un país con poco menos de siete millones de habitantes, ya enfrentaba una grave crisis humanitaria antes de los recientes bombardeos, al acoger a más de 1,5 millones de refugiados sirios, el mayor número de refugiados per cápita en el mundo. Sin embargo, el conflicto actual ha exacerbado la situación. En los últimos días, al menos 10.000 personas han cruzado la frontera hacia Siria, el 70% de ellas de nacionalidad siria y el resto libanesa.
Además, alrededor de 70.000 libaneses han encontrado refugio en los 533 centros de acogida que se han habilitado en el país, mientras que muchos otros se han hospedado con familiares o en viviendas alquiladas. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número total de desplazados en los últimos seis días asciende a 90.530 personas.
Una posible invasión por parte de Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dejado claro que la ofensiva continuará, rechazando una propuesta de alto el fuego de 21 días impulsada por Estados Unidos y Francia. Netanyahu advirtió que los combates seguirán «con toda su fuerza», mientras el Ejército israelí se prepara para una posible invasión terrestre del Líbano, que solo se llevaría a cabo si el gobierno de Israel lo autoriza.
Este rechazo a la tregua ha generado preocupación en la comunidad internacional, ya que una invasión terrestre podría aumentar aún más el número de víctimas civiles y generar una crisis humanitaria aún más grave en el Líbano. A pesar de las presiones diplomáticas, Netanyahu insiste en que los ataques seguirán hasta que Hezbollah sea completamente neutralizado.
La postura de Hezbollah
Por su parte, Hezbollah ha prometido continuar su lucha contra Israel, señalando que los bombardeos no detendrán sus operaciones. El grupo chií, respaldado por Irán, ha sido un actor clave en la región durante décadas, y su conflicto con Israel ha sido uno de los principales focos de inestabilidad en el Medio Oriente. En respuesta a los ataques israelíes, Hezbollah ha lanzado misiles hacia el norte de Israel, intensificando la violencia transfronteriza.
El conflicto entre ambos bandos ha creado una espiral de violencia que parece no tener fin. Las hostilidades comenzaron hace casi un año, y desde entonces, los enfrentamientos han sido constantes, con periodos de relativa calma interrumpidos por intensos episodios de violencia, como el que se vive actualmente.
Impacto en la población civil
Las consecuencias de esta escalada de violencia son particularmente graves para la población civil. Los bombardeos israelíes han destruido infraestructura clave en el Líbano, incluyendo hospitales, escuelas y viviendas. Las organizaciones humanitarias han advertido sobre el riesgo de una crisis de salud pública, ya que muchos hospitales en Beirut están al límite de su capacidad y enfrentan una grave escasez de suministros médicos debido a la destrucción causada por los ataques.
Además, la falta de electricidad y agua potable en las zonas afectadas agrava la situación. En muchas partes del sur del Líbano, las comunidades han quedado completamente aisladas, sin acceso a ayuda humanitaria. Las organizaciones internacionales han solicitado corredores humanitarios para permitir el acceso a las zonas más afectadas, pero hasta el momento, no se ha llegado a un acuerdo que permita el paso seguro de la ayuda.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la intensificación de los ataques en el Líbano. Naciones Unidas ha hecho un llamado a ambos bandos para que detengan las hostilidades y busquen una solución pacífica al conflicto. Sin embargo, las posibilidades de una mediación exitosa parecen remotas, ya que tanto Israel como Hezbollah están decididos a continuar la lucha.
Estados Unidos y Francia han propuesto un alto el fuego temporal de 21 días para permitir la entrega de ayuda humanitaria y dar espacio a las negociaciones diplomáticas. No obstante, la negativa de Netanyahu a aceptar esta propuesta ha enfriado las esperanzas de una solución inmediata.
Mientras tanto, Irán ha expresado su apoyo incondicional a Hezbollah, advirtiendo a Israel que una invasión terrestre del Líbano sería vista como una provocación directa y podría desencadenar una respuesta militar más amplia en la región. La posibilidad de un conflicto a mayor escala en el Medio Oriente es una preocupación creciente para los líderes mundiales
