Nueva York introduce sistema de peajes para reducir el tráfico en Manhattan.

La ciudad de Nueva York está lista para implementar un innovador sistema de peajes con el objetivo de combatir la creciente congestión vehicular en el corazón de Manhattan. Esta medida, considerada la primera de su tipo en Estados Unidos, busca abordar el flujo masivo de vehículos que inundan las calles de la ciudad y ralentizan el tráfico a un promedio de 11 kilómetros por hora en el distrito central de negocios.

El plan, aprobado por la junta de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), entrará en vigor a partir de junio y establece tarifas diferenciales según el tipo de vehículo y el horario de ingreso. Los vehículos con pasajeros serán tarifados con $15 al día, mientras que camiones y autobuses más grandes deberán pagar hasta $36 por circular por Manhattan. Además, se aplicarán tarifas reducidas para aquellos vehículos que ingresen durante la noche, así como para motocicletas.

La implementación de estos peajes busca no solo mejorar la velocidad del tráfico en un 17%, sino también promover el uso del transporte público y mejorar la calidad del aire en la ciudad. Se estima que esta medida generará ingresos anuales de entre $1,000 y $1,500 millones de dólares, lo que contribuirá significativamente a los fondos del sistema de transporte.

Sin embargo, a pesar de los beneficios anticipados, el plan enfrenta obstáculos legales que incluyen objeciones del estado de Nueva Jersey, lo que podría retrasar su plena implementación y requerir negociaciones adicionales.

Este cambio también tendrá un impacto en los servicios de transporte, ya que los conductores de vehículos de pasajeros tendrán que ajustar sus tarifas para compensar el costo adicional del peaje. Se espera que los usuarios de estos servicios experimenten aumentos en las tarifas para reflejar este costo adicional.

En resumen, la introducción de este sistema de peajes en Manhattan representa un paso audaz hacia la reducción del tráfico y la congestión en una de las áreas urbanas más concurridas de Estados Unidos. Si se implementa con éxito, podría tener un impacto significativo en la movilidad urbana y mejorar la calidad de vida de los residentes y visitantes de la Gran Manzana.