Netanyahu asegura que «Hamás no gobernará en Gaza» y promete rescatar a los rehenes
En un contexto marcado por críticas internacionales hacia la prolongación de la guerra en Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó que Hamás no volverá a gobernar la Franja de Gaza y que su gobierno sigue enfocado en localizar y liberar a los 97 rehenes que permanecen en manos de este y otros grupos palestinos.
«Nuestros heroicos soldados están logrando excelentes resultados en nuestro importante objetivo: que Hamás no gobierne en Gaza. Estamos eliminando sus capacidades militares de manera impresionante», expresó Netanyahu durante una visita al Corredor de Netzarim, una vía estratégica en la Franja que separa el norte del sur y ha sido clave en las operaciones militares.
Operaciones militares y esfuerzos humanitarios
Acompañado por el ministro de Defensa, Israel Katz, y altos mandos del Ejército y los servicios de inteligencia, Netanyahu recorrió zonas de la Franja devastadas por los enfrentamientos, incluyendo la ciudad de Rafah, donde en agosto seis rehenes fueron asesinados por Hamás antes de ser rescatados.
«Estamos haciendo esfuerzos desde este lugar y en todas partes para localizar a nuestros secuestrados y devolverlos. No nos rendiremos hasta reunirlos a todos», aseguró el mandatario.
A pesar de los esfuerzos, se estima que cerca de 50 rehenes podrían haber muerto y que otros permanecen en condiciones críticas. Las autoridades israelíes han destacado que la prioridad sigue siendo la liberación de los cautivos, aunque los desafíos en el terreno complican las operaciones.
La guerra en Gaza ha dejado más de 44,000 muertos entre la población palestina, además de una devastación generalizada en el norte y sur de la Franja. Netanyahu ha defendido las acciones militares como necesarias para garantizar la seguridad de Israel y erradicar las capacidades de Hamás.
Sin embargo, voces críticas han surgido incluso dentro de Israel. El exministro de Defensa, Yoav Gallant, destituido en medio del conflicto, afirmó recientemente que «no queda nada que hacer en Gaza», sugiriendo que la prolongación del conflicto responde más a decisiones políticas que a necesidades militares.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha pedido mayores esfuerzos para alcanzar una tregua que permita atender la grave crisis humanitaria en Gaza, donde miles de familias enfrentan condiciones extremas tras semanas de intensos bombardeos.