Milei intensifica la tensión con los gobernadores.

Después del revés en el debate de la Ley Ómnibus, el Gobierno liderado por Javier Milei responde con una medida que aumenta la presión sobre los gobernadores: el Ministerio de Economía anunció la eliminación de los subsidios a las empresas de transporte colectivo fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Este recorte, que afecta directamente las arcas provinciales, busca forzar a los gobernadores a destinar más recursos a las empresas locales de transporte si desean evitar un aumento en los boletos.

La medida implica la eliminación «inmediata» del Fondo Compensador del Interior, que el Gobierno utilizaba para subsidiar los pasajes de las empresas de transporte colectivo en el interior del país. La decisión impacta directamente en los ingresos de las provincias, que anteriormente recibían grandes sumas de dinero a través de este fondo. En diciembre pasado, el Ministerio de Economía transfirió alrededor de $11.500 millones a las provincias bajo este concepto.

Cabe destacar que la distribución de estos fondos generaba controversias, con algunas provincias, como Córdoba, expresando su descontento por lo que consideraban un trato «discriminatorio» en comparación con los recursos destinados al control de precios del boleto en el AMBA.

La nueva resolución establece que la asistencia del gobierno nacional se canalizará exclusivamente a través de la tarjeta SUBE y estará dirigida a los beneficiarios de la tarifa social, quienes recibirán un descuento del 55%. Sin embargo, este sistema tiene una cobertura limitada y solo está disponible en 60 ciudades del país.

La decisión del Gobierno se produce luego del fracaso en el debate de la Ley Ómnibus y la atribución de responsabilidad a ciertos gobernadores por parte de Milei. La eliminación de subsidios al transporte público, aunque previamente mencionada como una posibilidad, parece haberse acelerado tras los acontecimientos en el Congreso.

Maxi Pullaro, representante de Santa Fe y uno de los señalados por la Casa Rosada, expresó su sorpresa ante la noticia de la eliminación de los subsidios por valor de $1500 millones. Esto sugiere una creciente tensión entre el Gobierno y los representantes provinciales, quienes ahora se ven obligados a replantear sus estrategias financieras en medio de esta situación política y económica.