Mausoleo Real de Mauritania en Tipasa, Argelia.
En la tranquila región de Tipasa, Argelia, se encuentra un tesoro histórico poco conocido pero impresionante: el Mausoleo Real de Mauritania. Este monumento, que en sus días gloriosos albergaba los restos de la princesa Cleopatra Selene II y su esposo, el rey Juba II, es un recordatorio de un pasado olvidado pero fascinante.
La historia de Cleopatra Selene II es menos conocida que la de su famosa madre, pero igualmente intrigante. Nacida en Egipto alrededor del año 40 a.C., Cleopatra Selene fue llevada a Roma tras la muerte de sus padres, Cleopatra y Marco Antonio, luego de la derrota en la batalla de Actium. Más tarde, se casó con Juba II, príncipe bereber de Argelia, y juntos gobernaron Mauritania con éxito hasta su fallecimiento alrededor del año 6 a.C.
El mausoleo, encargado por Juba II, fue construido para albergar a toda la familia real y refleja la grandeza de su tiempo. Sin embargo, a lo largo de los siglos, ha sido saqueado y atacado repetidamente. Incluso se cuenta la historia de cómo en 1555, un intento de destruir el mausoleo fue frustrado por un enjambre de avispas negras, que atacaron ferozmente a los intrusos, considerado como una señal divina para preservar el monumento.
A pesar de los daños sufridos a lo largo de los años, el Mausoleo Real de Mauritania ha sobrevivido y sigue siendo un testimonio tangible de un pasado glorioso. Su preservación y protección fueron garantizadas por la intervención del emperador Napoleón III en 1866, quien quedó impresionado por su belleza y significado histórico.
Hoy en día, el mausoleo forma parte del sitio arqueológico de Tipasa, un destino que ofrece a los visitantes la oportunidad de maravillarse ante las ruinas de una época pasada. Aunque menos visitado que otros lugares históricos, este monumento ofrece una ventana única a la historia olvidada, recordando la vida de una princesa que, de otra manera, habría sido relegada al olvido por el tiempo. Para los viajeros interesados en explorar este sitio, se recomienda llegar en automóvil y llevar consigo los documentos necesarios, como el pasaporte y la reserva de alojamiento, para facilitar el acceso a la zona.
