Más de 2.700 detenidos en Ecuador.
En un esfuerzo por abordar la creciente ola de violencia y criminalidad en Ecuador, el gobierno ha emprendido una acción sin precedentes al declarar un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado. Durante los primeros trece días de esta ofensiva, se han registrado 2.763 detenciones, marcando un hito en la lucha contra el crimen en el país.
De acuerdo con las autoridades, 158 de las detenciones están relacionadas con presuntos actos de terrorismo. Durante las operaciones, se logró la incautación de un significativo arsenal, incluyendo 1.003 armas de fuego, 1.222 armas blancas, 126 alimentadoras de armas, más de 35.700 balas y 4.802 explosivos. Además, se decomisaron más de 10.500 kilogramos de drogas y más de 23.100 dólares en efectivo.
Las acciones gubernamentales no solo se centran en las detenciones, sino que también han incluido enfrentamientos armados que han resultado en la eliminación de cinco presuntos miembros de las bandas ahora catalogadas como terroristas. Sin embargo, este enfrentamiento también ha tenido un costo para las fuerzas del orden, con la pérdida de dos policías y el secuestro de once agentes, que afortunadamente fueron liberados posteriormente.
La decisión de declarar un «conflicto armado interno» refleja la gravedad de la situación de seguridad en Ecuador. La violencia ha ido en aumento, registrándose 8.008 muertes violentas en 2023, casi el doble en comparación con el año anterior. Este deterioro de la seguridad se ha visto agravado por la expansión del poder de grupos criminales dentro de las cárceles, generando conflictos internos y violencia.
El gobierno ecuatoriano, encabezado por el presidente Juan Carlos Noboa, busca enfrentar estos desafíos mediante su «Plan Fénix». Este plan integral involucra la creación de una nueva unidad de inteligencia, el suministro de armas tácticas para las fuerzas de seguridad, la construcción de nuevas prisiones de alta seguridad y el establecimiento de un control militar en puertos y aeropuertos. El costo estimado del plan es de alrededor de 800 millones de dólares, con el respaldo de Estados Unidos, que proporcionará nuevas armas para las fuerzas armadas ecuatorianas.
El «conflicto armado interno» es una medida audaz del gobierno para restaurar el orden y la seguridad en Ecuador, pero también plantea desafíos significativos en términos de derechos humanos y manejo de crisis. La comunidad internacional estará atenta a los desarrollos en este esfuerzo sin precedentes contra el crimen organizado en el país sudamericano.
