Macron busca una relación equilibrada entre la UE y China ante Xi Jinping
En una reunión crucial celebrada en el Palacio del Elíseo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su intención de establecer una relación «equilibrada» entre la Unión Europea (UE) y China. Macron, junto con Xi Jinping, presidente chino, y Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (CE), discutieron sobre diversos temas de interés bilateral y global.
Macron destacó la necesidad de unas «reglas justas para todos» en la relación entre la UE y China, especialmente en medio de tensiones económicas y comerciales debido a prácticas que la UE considera desleales, como la subvención masiva de ciertos sectores que inundan el mercado europeo.
El presidente francés señaló además la importancia de abordar otras preocupaciones, como las crisis en Ucrania y Oriente Medio, resaltando la necesidad de una estrecha coordinación entre China y Europa en estos asuntos de relevancia internacional.
Por su parte, Xi Jinping abogó por reforzar la «coordinación estratégica» entre la UE y China, subrayando la importancia de mantener una relación de socios en medio de un contexto geopolítico turbulento. Von der Leyen también hizo hincapié en la posibilidad de cooperación entre ambas potencias en diversos ámbitos, como en la resolución de conflictos y en la promoción del orden internacional.
La visita de Xi Jinping a Francia forma parte de una agenda intensa que incluye actividades económicas y diplomáticas. Después de su estancia en Francia, Xi continuará su viaje por Europa con visitas a Serbia y Hungría, marcando su primera visita oficial de Estado a este continente en cinco años.
Macron, por su parte, optó por un ambiente más relajado para continuar el diálogo con Xi, trasladándose a los Pirineos, una región con la que tiene una conexión emocional significativa. Este desplazamiento incluirá actividades como una subida al mítico puerto del Tourmalet, famoso por ser parte del Tour de Francia.
La reunión entre Macron, Xi Jinping y Von der Leyen representa un paso importante en el fortalecimiento de las relaciones entre la UE y China, así como en la búsqueda de soluciones a los desafíos globales.
