Luis Ángel Firpo fue un destacado boxeador argentino, conocido como «El Toro Salvaje de las Pampas». Nació el 11 de octubre de 1894 en Junín, Argentina, y su carrera boxística, aunque breve, lo llevó a convertirse en una figura icónica no solo en su país natal sino también en el mundo del boxeo internacional.

Los inicios en el boxeo

Firpo comenzó su carrera en el boxeo en 1917, compitiendo en peleas locales y ganando reconocimiento rápidamente por su fuerza y agresividad dentro del ring. Con su imponente físico y su estilo de pelea frontal, pronto llamó la atención del público y de los promotores del deporte. A lo largo de los primeros años de su carrera, Firpo mostró un estilo de pelea que lo diferenciaba: prefería el ataque constante y su pegada era temida por sus oponentes.

A medida que ganaba fama en Argentina, Firpo decidió trasladarse a los Estados Unidos, que en ese entonces era el epicentro del boxeo mundial. En Nueva York, comenzó a entrenar y a prepararse para competir contra los mejores pesos pesados del mundo.

La legendaria pelea contra Jack Dempsey

Luis Ángel Firpo es más recordado por su combate contra el campeón mundial de los pesos pesados, Jack Dempsey, el 14 de septiembre de 1923 en el Polo Grounds de Nueva York. Esta pelea ha pasado a la historia del boxeo como una de las más emocionantes y controvertidas.

El combate fue brutal desde el comienzo. Firpo, conocido por su poder en los puños, logró derribar a Dempsey fuera del ring en el primer asalto con un golpe devastador. Dempsey cayó a través de las cuerdas y fue ayudado por reporteros y fotógrafos a regresar al cuadrilátero, un hecho polémico ya que las reglas del boxeo prohíben cualquier tipo de intervención externa.

A pesar de esto, Dempsey se recuperó rápidamente y, utilizando su velocidad y habilidades superiores, logró derribar a Firpo un total de nueve veces a lo largo de la pelea. Finalmente, Dempsey ganó el combate por nocaut en el segundo asalto. Sin embargo, el hecho de que Firpo lograra sacar a Dempsey del ring y ponerlo en una situación comprometida lo convirtió en un héroe en Argentina y en toda América Latina.

Aunque Firpo nunca ganó el título mundial, su actuación contra Dempsey lo consagró como una leyenda del boxeo. Tras la pelea, fue recibido en Argentina como un héroe, y su nombre se asoció para siempre con el coraje y la determinación de los boxeadores latinoamericanos.

A lo largo de su carrera, Firpo tuvo un récord de 32 victorias, 26 de ellas por nocaut, 6 derrotas y 1 empate. Aunque se retiró del boxeo en 1936, siguió siendo una figura importante en el deporte, actuando como promotor y mentor de jóvenes boxeadores en Argentina.

Después de su retiro del boxeo, Firpo se dedicó a los negocios, incluyendo el comercio de ganado, lo cual le permitió mantener una vida acomodada. Se convirtió en un símbolo de perseverancia y éxito para muchos argentinos, no solo en el ámbito deportivo sino también en el empresarial.

En reconocimiento a su impacto en el deporte, Firpo fue incluido en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 2003, muchos años después de su muerte el 7 de agosto de 1960.

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